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El Gobierno se plantea suavizar las condiciones en la OPA de E.ON

Joan Clos opta por negociar con Bruselas y apuesta por "encontrar un equilibrio"

El Gobierno quiere desactivar el enfrentamiento abierto con Bruselas a raíz de las condiciones establecidas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) a la oferta del grupo alemán E.ON por la española Endesa. Tanto la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, como el nuevo ministro de Industria, Joan Clos, confiaron ayer en reconducir la situación y llegar al "entendimiento", aunque De la Vega insistió en que las condiciones de la CNE "no vulneran ninguna normativa". El Ejecutivo se plantea suavizar las condiciones impuestas al grupo alemán.

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"En este momento, no hay nada decidido, pero esa posibilidad siempre existe", afirmaron ayer fuentes gubernamentales al ser preguntadas sobre la eventualidad de que los requisitos fijados por el regulador a E.ON para comprar Endesa se suavicen. El periódico alemán Handelsblatt publicó ayer una información según la cual E.ON "aparentemente ha conseguido flexibilizar las condiciones" que la CNE le impuso, según "fuentes del sector" no especificadas por el diario, sin comentarios del Ejecutivo español. El Handelsblatt recoge la conocida mediación que el ex ministro de Economía Carlos Solchaga realiza entre Industria y la empresa alemana.

Preguntado al respecto, un portavoz de E.ON en España declinó realizar comentarios, aduciendo que lo que se apunta en la prensa alemana sugiere "negociaciones entre gobiernos".

El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero trabaja en dos procesos paralelos. En primer lugar, Industria ha recibido un recurso tanto de E.ON como de la propia Endesa contra las exigencias del regulador energético, que en esencia obligan al grupo alemán a prescindir de casi un tercio de toda la potencia instalada de la eléctrica española si quiere seguir con la operación.

El ministerio debe ahora valorar estos recursos, y "podría perfectamente modificar las condiciones", señalaron fuentes del Ejecutivo. Vista la reacción de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes -que el pasado 25 de agosto consideró "ilegales" la "mayor parte" de las 19 exigencias de la CNE al grupo E.ON-, y vista la actitud conciliadora del Gobierno, todo apunta a que van a suavizarse. Un portavoz del Ministerio de Industria se remitió a La Moncloa.

La segunda vía pasa por la respuesta que el Gobierno debe dar a las consideraciones preliminares de Bruselas, para la que España pidió más tiempo y para la que tendrá de plazo hasta el día 13 de septiembre. "Hemos defendido y vamos a seguir defendiendo que nuestra posición está ajustada a la normativa", dijo ayer De la Vega, tras el Consejo de Ministros. "Estamos trabajando en esa ampliación del plazo para ofrecer las explicaciones oportunas a Bruselas y estoy segura de que llegaremos a un entendimiento", añadió la vicepresidenta, que dijo "respetar todas las posiciones".

"Buscar un acuerdo con la Unión Europea me parece bastante lógico", afirmó por su parte el nuevo titular de Industria, Joan Clos, quien se mostró convencido en una entrevista a la emisora RNE de que la solución de las ofertas cruzadas por Endesa está "muy avanzada" y "cerca". En una entrevista concedida a EL PAÍS (ver página 22), Clos, partidario de "continuar la discusión" con Bruselas, considera "difícilmente defendible" que no se permita entrar a un grupo extranjero en España en el marco europeo, pero propone "encontrar un equilibrio" entre la libertad de mercado y la defensa de las "posiciones estratégicas del país".

Cumbre y elecciones

La canciller alemana, Angela Merkel, señaló hace dos semanas que el proceso de fusión entre la primera eléctrica española y E.ON "va por buen camino". Y Merkel se reunirá el próximo 12 de septiembre con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. "¡Cómo no va a salir [el tema] en la reunión!", exclamó al respecto María Teresa Fernández de la Vega tras la reunión del Ejecutivo, probablemente la última a la que haya asistido como ministro José Montilla.

Según asegura esta semana la edición alemana de la revista Capital, Rodríguez Zapatero ya aseguró a Merkel, en una conversación confidencial, que el Ejecutivo español dará su brazo a torcer en cuanto a las condiciones de la CNE. Lo anunciará, sin embargo, después de las elecciones catalanas del 1 de noviembre. Según la revista, el objetivo es que Montilla supuestamente capte más votos en esta comunidad gracias a su postura rigurosa frente a E.ON, que pugna por Endesa contra la catalana Gas Natural.

Fernández de la Vega, durante la comparecencia posterior al Consejo de Ministros.
Fernández de la Vega, durante la comparecencia posterior al Consejo de Ministros.CLAUDIO ÁLVAREZ

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