El niño muerto en Sevilla no sufrió maltrato, según la autopsia

La mujer boliviana que cuidaba al niño de nueve años afectado de una parálisis cerebral y hallado muerto solo en su casa de Sevilla el pasado lunes, continuaba hasta ayer al cierre de esta edición en dependencias policiales. Hoy debe pasar a disposición judicial. La autopsia ha confirmado que el cuerpo del menor, enterrado ayer, no mostraba síntomas de violencia, según fuentes policiales, aunque el contenido completo de la misma todavía no se ha dado a conocer.

La cuidadora, de 20 años y que se encuentra de manera ilegal en España, salió de la vivienda hacia las 17.00 y llamó a los padres del menor para explicarles que debía marchar a su país porque su madre había muerto. Cuando, hacia las 20.00, regresaron los familiares, de viaje desde el lunes anterior, hallaron a su hijo muerto. Poco después, agentes policiales detuvieron a la niñera, cuando regresó a la vivienda, según dijo, para recoger efectos personales.

Fuentes del Cuerpo Nacional de Policía aseguraron que la joven permanecería en sus dependencias hasta apurar el periodo de 72 horas de que disponen los agentes para interrogarla, debido a "la delicadeza de los hechos". Aunque la autopsia ya ha revelado que su muerte se debió probablemente a causas naturales, la cuidadora podría ser acusada de omisión del deber de socorro.

Fuentes del Hospital Virgen del Rocío, donde se confirmó el fallecimiento, han asegurado que el hecho de que la niñera estuviera fuera no tiene por qué tener relación con la muerte. Desde el centro sanitario se insistió en que la enfermedad del pequeño no requería atenciones específicas. Juristas consultados por este periódico consideran que este tipo de delito sólo se habría dado si la mujer hubiera podido evitar la muerte y no hubiese pedido ayuda. "Incluso, si se confirma que la chica no tenía documentación legal, podría acusarse a la familia por emplear a una persona en condiciones de irregularidad", aseguran.