Un fiscal libio pide pena capital para cinco enfermeras búlgaras
El fiscal del tribunal libio que juzga a las cinco enfermeras búlgaras y al médico palestino, acusados de haber inoculado el virus del sida a más de cuatrocientos niños libios, pidió ayer la pena de muerte para los seis acusados.
Durante la séptima vista del nuevo juicio a los trabajadores sanitarios, el fiscal basó su alegato en unas declaraciones que las enfermeras realizaron cuando fueron detenidas. En ellas aseguraban haber sido reclutadas, a cambio de cientos de miles de dólares, por un extranjero que les dio sangre contagiada que inyectaron a más de cuatrocientos niños en el hospital infantil de la ciudad libia de Bengasi. Confesión que, según la defensa de las acusadas, fue hecha mediante torturas.
Los seis acusados, que están encarcelados en Libia desde 1999, fueron ya juzgados y condenados a muerte por los mismos cargos en 2004, pero el Tribunal Supremo libio ordenó la repetición del juicio en diciembre después de recibir numerosas protestas internacionales contra el proceso. Ello dio pie a este segundo juicio, que comenzó el pasado mayo y que continuará el próximo 5 de septiembre.
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