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Alto el fuego en Oriente Próximo

Las familias de los soldados capturados piden ayuda

Dos semanas de frágil alto el fuego no han bastado para apagar la chispa que desencadenó la guerra entre Hezbolá e Israel. La captura de dos soldados israelíes por milicianos de la organización chií el pasado 12 de julio, desencadenante de las hostilidades, se perfila cada vez más como un elemento clave en la búsqueda de una paz duradera en Líbano.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, hizo ayer un alto en sus reuniones políticas para recibir en Jerusalén a los familiares de los dos militares, Udi Goldwasser, de 31 años, y Eldad Regev, de 26, a quienes prometió hacer todo lo que esté en su mano por lograr su liberación. Malika, madre de Udi Goldwasser, fue una de las participantes en la reunión con Annan. "Le he hablado como mujer, como madre", dijo Malika. "Me ha mirado a los ojos y ha escuchado con atención lo que quería decirle: paso las noches en vela pensando en mi hijo. Quiero ser abuela". Al concluir la reunión, Annan confirmó que el pasado lunes habló del asunto con los dos ministros que Hezbolá tiene en el Gobierno libanés y aseguró que seguirá trabajando para lograr un desenlace feliz.

Los familiares de los militares israelíes salieron del encuentro con una sensación de frustración y esperanza a la vez. "Lamentamos que el secretario general no haya podido darnos más información sobre la situación de nuestros familiares", declaró Tzivi Regev, padre de Eldad. "Kofi Annan nos ha dicho que para él se trata de una cuestión moral y personal, y nos ha prometido que hará todo lo que pueda".

Una causa común

Karnit, la joven esposa de Udi Goldwasser, pidió a Annan que interceda por la liberación de su marido ante los líderes árabes con los que se reunirá en los próximos días. "Él va a viajar a países a los que nosotros no podemos ir. Esperamos que hable en nuestro nombre". Karnit dice que todos los parientes de los soldados han formado "una gran familia" unida por una causa común. "Después de escuchar las palabras del secretario general, creemos que Kofi Annan forma ya parte de esa familia", afirmó Karnit.

Israel ha dejado claro que no habrá una solución al conflicto con Líbano mientras sus soldados sigan en poder de Hezbolá. El lunes, durante una visita a Alemania, la ministra de Asuntos Exteriores de Israel, Tzipi Livni, pidió al Gobierno de Angela Merkel que presione "a todas las partes implicadas" para conseguir la liberación de Goldwasser y Regev como parte del compromiso adquirido por la comunidad internacional en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU. "Desde nuestro punto de vista, mientras la cuestión de los dos soldados no se resuelva, todo carece de importancia", dijo la ministra.

También estuvo presente en la reunión con Kofi Annan el padre de Gilad Shalit, el soldado israelí de 19 años capturado unas semanas antes en un ataque de radicales palestinos en la frontera de Gaza. Noam Shalit, el padre de Gilad, también pidió ayuda a Kofi Annan aunque la resolución 1701 no haga referencia al caso de su hijo. Pidió expresamente al máximo dirigente de la ONU que ejerza su influencia en Damasco, donde mañana se entrevistará con el presidente Bachar el Asad. "El Corán obliga a tratar a los prisioneros de guerra con humanidad, a darles tratamiento médico", dijo Shalit.

Según el diario árabe Al Hayat el máximo líder de Hamás, Jaled Meshal, confirmó al líder estadounidense de los derechos civiles Jesse Jackson que el soldado israelí está vivo en un "lugar seguro". El reverendo Jackson, que efectúa su propia gira por varios países de Oriente Próximo para propiciar la liberación de los militares israelíes, habló del asunto en Damasco con Bachar el Asad y con el líder de Hamás, residente en la capital siria.

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