Reservistas israelíes muestran su descontento por la guerra
La frustración de los reservistas sobre cómo se desarrolló la guerra contra Hezbolá va tomando cuerpo conforme pasan los días. La protesta logró reunir ayer a unas mil personas que se concentraron simbólicamente frente a la tumba de Golda Meir, quien se vio obligada a dimitir como primera ministra por la guerra de 1973 que Israel estuvo a punto de perder frente a sus vecinos. Los reservistas acusan al primer ministro, Ehud Olmert, al ministro de Defensa, Amir Peretz, y al jefe del Alto Estado Mayor de la Defensa, general Dan Halutz, de "falta de liderazgo, desconocimiento de la realidad de Hezbolá y de falta de estrategia", y exigen, como entonces, la dimisión inmediata de los tres.
Los reservistas ya han conseguido más de 10.000 firmas de personas que apoyan su exigencia de que se forme un comité independiente de investigación que saque a relucir "toda la porquería" que impidió que Israel cumpliera los objetivos de la campaña; es decir, traer a casa a los dos soldados secuestrados por Hezbolá y desarmar a la guerrilla chií. Los organizadores de la protesta pretenden establecer también centros en Haifa y Nahariya, dos ciudades del norte del país afectadas por la lluvia de cohetes de la milicia del Partido de Dios.
La popularidad de Olmert ha entrado en caída libre, según una encuesta publicada ayer por el diario Yediot Aharonot. Sus datos revelan que el 63% de los israelíes quiere que dimita por su gestión en la guerra en Líbano. Otros sondeos no son mejores. Según una encuesta del Instituto Maaghar Mohot, si las elecciones se celebraran ahora, la derrota del partido Kadima, que encabeza Olmert, sería estrepitosa. Kadima pasaría de tener 29 escaños en el Knesset a 14, y los socialistas con los que gobierna se quedarían con sólo nueve diputados, de los 19 que tienen. La guerra no sólo ha perjudicado a Olmert. Un sondeo publicado el jueves por la radio israelí señala que sólo el 5% de la población apoya que Peretz mantenga la cartera de Defensa. Según Yediot Aharonot, un 54% de los encuestados exige la dimisión de Halutz.
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