Francia enviará otros 1.600 soldados a Líbano y se presta a dirigir la misión
La decisión de Chirac allana el camino a la formación de un contingente europeo de paz
Al final serán 1.600 los soldados suplementarios que Francia enviará a Líbano para que participen en la misión de paz de la ONU. El presidente Jacques Chirac zanjó ayer la cuestión, pues las dudas y tergiversaciones le estaban haciendo perder la autoridad recobrada con el éxito diplomático logrado con la firma del alto el fuego. Con ese envío, Francia tendrá un total de 2.000 hombres en Líbano. La decisión francesa permite desbloquear la formación de un contingente europeo que será la columna vertebral de la misión de Naciones Unidas.
El presidente de EE UU, George W. Bush, se felicitó por la decisión de Francia de aumentar su contribución y reiteró su llamamiento al rápido despliegue de la fuerza de paz. En el mismo sentido se pronunció Israel, que había expresado su "estupor" cuando Francia anunció inicialmente que enviaría solo 200 hombres. "Es un paso positivo, que contribuirá a reforzar la misión", declaró ayer el portavoz israelí, Avi Pazner.
Una intensa actividad diplomática precedió ayer al encuentro que reunirá a los países de la UE y al secretario general de la ONU, Kofi Annan, hoy en Bruselas, y del que se espera que salga un compromiso concreto sobre cuántos soldados van participar en el contingente de paz que viajará a Líbano para vigilar el precario alto el fuego que ha puesto fin a 33 días de enfrentamientos entre el Ejército israelí y Hezbolá, la milicia islámica que controla el sur del país, y cuáles van a ser sus funciones.
Para Francia, que ejerció de potencia colonial en Líbano al hundirse, en 1918, el imperio turco, enviar militares a la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (FINUL) es complicado. En París nadie olvida que islamistas radicales pusieron una bomba en 1983 en el edificio Drakkar, de Beirut, y que ese atentado costó la vida a 58 paracaidistas franceses. Tampoco se olvida que 80 soldados franceses al servicio de la ONU perdieron la vida en Bosnia, sirviendo de dianas indefensas a los tiradores serbobosnios. Si Trad Hamadé, ministro libanés del Hezbolá, da la "bienvenida a los franceses", un editorial del diario del Partido de Dios afirma que "desde hace dos años, en el Líbano, Francia forma parte del problema y no de la solución".
Marco bilateral
Hasta ahora Francia tenía 400 hombres en la FINUL y contaba con otros 1.700 desplegados en diversos navíos que suministran ayuda logística y humanitaria a Líbano en un marco estrictamente bilateral. La reticencia gala a aumentar de manera importante el contingente de soldados se explica por los ya referidos condicionantes históricos, por la imprecisión de la naturaleza del mandato de la ONU, que por fin autoriza a los soldados a utilizar sus armas de manera "proporcional a la amenaza", y por las limitaciones del propio Ejército francés. En la actualidad, Francia tiene desplegados en diversos lugares -Afganistán, Costa de Marfil, Kosovo, Chad...- un total de 13.400 soldados y su techo parece situarse en torno a los 30.000.
El presidente Chirac dijo que los Gobiernos de Líbano y de Israel habían aceptado las normas por las que se regirán las tropas de la FINUL, que dispondrán de "libertad de circulación, capacidad de acción y de una cadena de mando rápida y clara". Chirac insistió en la necesidad de "un justo reparto entre los países a la hora de aportar tropas", reclamó que se implicaran también algunos de los países que "son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU" y, sin negar el protagonismo europeo, recordó que en la FINUL estarán "soldados de importantes países musulmanes de Asia". Si la ONU así lo solicita, dijo Chirac, Francia está dispuesta a asumir el liderazgo.
El Gobierno de Finlandia, el país que preside este semestre la UE, consumía ayer sus últimas horas antes del encuentro de hoy tratando de lograr que los Estados miembros se comprometan a formar el grueso de los 15.000 cascos azules que la ONU tiene previsto enviar a Líbano. Helsinki pidió además que el despliegue comience, como muy tarde, dentro de una semana. El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, pidió a la UE que "se comprometa más".
Pero los europeos quieren escuchar a Annan antes de comprometerse. Quieren que el secretario general de la ONU deje bien claro en Bruselas cuáles serán las funciones y las reglas de conducta de los soldados en caso de ser atacados. Y, sobre todo, quieren oír de labios del secretario general que entre los cometidos de las tropas no figura el desarme de Hezbolá, ya que los Veinticinco apuestan por la vía política para desarmar a la milicia chií.
En Roma hizo escala ayer Tzipi Livni, la ministra de Exteriores israelí, que tras su paso por París pidió nuevamente en la capital italiana que el despliegue de tropas se lleve a cabo lo antes posible.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Kofi Annan
- Jacques Chirac
- Secretaría General
- Hezbolá
- Cascos azules
- Irán
- Misiones internacionales
- Mediación internacional
- Líbano
- Conflicto árabe-israelí
- Israel
- Conflictos fronterizos
- Proceso paz
- Francia
- Fronteras
- Oriente medio
- Política exterior
- Europa occidental
- ONU
- Oriente próximo
- Grupos terroristas
- Defensa
- Unión Europea
- Guerra
- Asia