Irán ofrece "negociaciones serias" a las potencias sin renunciar a su plan nuclear
Teherán no aclara si su nueva propuesta prevé la suspensión del enriquecimiento de uranio
El negociador nuclear iraní, Ali Lariyaní, ofreció ayer "negociaciones serias" a las grandes potencias, como respuesta, tras mes y medio de espera, al paquete de incentivos ofrecido por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y Alemania, según declaraciones citadas por la prensa local. Sin embargo, Lariyaní no aclaró la mayor duda: si en la larga respuesta entregada por escrito a los embajadores del llamado grupo 5+1, Teherán ha aceptado suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio, la principal exigencia de la comunidad internacional.
"Estamos preparados para comenzar negociaciones serias con el Grupo 5+1 [EE UU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania] desde el 23 de agosto", dijo Lariyaní durante la reunión con los embajadores, según citó la televisión estatal iraní. El responsable del equipo iraní invitó a dichos países a "volver lo más rápidamente posible a la mesa de negociaciones" para discutir el contenido de su oferta.
La falta de referencias, sin embargo, a si Teherán suspenderá el enriquecimiento de uranio, hace pensar que la República Islámica mantiene dicha línea roja y que sigue considerando que tiene pleno derecho a continuar con esa actividad. Las autoridades iraníes han reiterado que su programa nuclear tiene un objetivo exclusivamente civil, aunque los países occidentales sospechan que el fin es lograr la bomba atómica.
Una respuesta negativa no sería una sorpresa, tras las declaraciones, un día antes, de altos dirigentes iraníes en ese sentido. La máxima autoridad espiritual de Irán, el ayatolá Jamenei, se había mostrado totalmente inflexible al anunciar que su país proseguiría su programa nuclear "con tesón". El vicepresidente de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Mohamed Saidi, aseguró que "la suspensión del enriquecimiento de uranio ya no es posible", dado el avance técnico de las investigaciones iraníes.
Lariyaní convocó a los embajadores de China, Rusia, Reino Unido, Francia, Alemania y Suiza (en representación de los intereses de Estados Unidos, que no mantiene relaciones diplomáticas con Irán) a las 16.00, hora local, para entregarles por escrito su respuesta, cuyo contenido no ha trascendido a la prensa, a la oferta de incentivos económicos y tecnológicos presentada por la comunidad internacional el pasado 6 de junio. Teherán disponía hasta final de mes para contestar.
Durante la reunión, el Gobierno de Teherán habría ofrecido una "nueva fórmula" para resolver la disputa sobre su programa nuclear, según fuentes iraníes próximas al desarrollo del encuentro citadas por The New York Times. "Irán ha dado una respuesta exhaustiva a todo lo dicho en el paquete occidental. Además, Irán, en su respuesta formal, ha formulado algunas preguntas", añadió una de las fuentes, que no quiso especificar más.
El representante de la política exterior de la UE, Javier Solana, confirmó en un comunicado la recepción del escrito, que, por su amplitud, requiere un análisis "detallado y cuidadoso". Solana explicó que, durante ese proceso de análisis, estará en contacto con los distintos interlocutores implicados, así como con Lariyaní, tal y como acordó con éste en la conversación telefónica que mantuvieron el pasado domingo.
Por su parte, el embajador estadounidense en la ONU, John Bolton, advirtió ayer que en caso de que la respuesta de Teherán "no satisfaga todos los términos definidos", Washington presentará rápidamente al Consejo de Seguridad un proyecto de resolución que prevea sanciones económicas contra Irán. Un día antes, el presidente, George W. Bush, se había expresado en el mismo sentido en respuesta a las declaraciones del ayatolá Jamenei.
La oferta del Grupo 5+1 no conlleva la amenaza de sanciones, algo a lo que se niegan China y Rusia, sino que pretende convencer a los iraníes de los beneficios de una suspensión del enriquecimiento de uranio, condición previa para recibir unos incentivos que incluyen el acceso a tecnología nuclear avanzada para uso civil.
Sanciones
Sin embargo, ante la falta de señales positivas por parte de Teherán, el Consejo de Seguridad aprobó el pasado 31 de julio una resolución que da a Irán hasta el 31 de agosto para que suspenda su plan nuclear. El texto no hace mención directa a la amenaza de sanciones, pero deja la puerta abierta para que la ONU pueda adoptar futuras acciones.
Mientras continúa el tira y afloja con el régimen de Teherán, las autoridades iraníes impidieron ayer a los inspectores del Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) acceder a una instalación subterránea en Natanz, en el centro del país, según fuentes diplomáticas en Viena, sede de la agencia de la ONU. Teherán, según dichas fuentes, está limitando los visados y entorpeciendo los intentos de los inspectores de acceder al país, firmante del Tratado de No Proliferación nuclear.
LA POSTURA DE TEHERÁN
- El enriquecimiento de uranio para uso civil es un "derecho inalienable", amparado por el Tratado de No Proliferación
- Teherán "ha decidido" producir el combustible nuclear que necesita
- "Países arrogantes, como EE UU, tienen miedo de los progresos de los países islámicos"
- "La vía del diálogo y del entendimiento es la más adecuada para solucionar el contencioso"
LA PROPUESTA OCCIDENTAL
- Flexibilización del embargo impuesto por EE UU desde 1979. Irán tendría así acceso a repuestos para aviones o a tecnología agrícola
- Suministro de reactores nucleares de agua ligera y combustible enriquecido
- Apoyo de EE UU al ingreso de Irán en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
- La condición previa es que Teherán suspenda el enriquecimiento de uranio
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