Otegi acusa al PSOE de defender ahora lo contrario que en sus reuniones secretas

El portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, expresó ayer su "preocupación" por el cariz que ha tomado el proceso de paz en las últimas semanas: "No nos reconocemos", dijo, "en este proceso". La situación ha empeorado por la "inmadurez y falta de responsabilidad" de algunos dirigentes socialistas, entre los que citó a José Blanco, Juan Fernando López Aguilar o Diego López Garrido, a quienes acusó de hacer declaraciones que no se corresponden con las posiciones que han mantenido los socialistas en sus reuniones secretas con la izquierda abertzale.

Tras recordar los últimos pronunciamientos de dichos responsables socialistas sobre el papel político de Navarra en el proceso, el cumplimiento de las condenas de los presos de ETA o la Ley de Partidos, Otegi apuntó que el PSOE ha defendido cuestiones distintas sobre esas materias durante sus contactos reservados con la formación ilegalizada. "¿Alguien cree que durante años de conversaciones de la izquierda abertzale con el PSOE esta formación ha mantenido estas posiciones sobre la mesa y que fruto de eso estamos en un escenario nuevo? Nosotros damos fe de que eso no es así", destacó Otegi, quien no precisó el contenido de las conversaciones en ese sentido.

El líder independentista, sentado junto al dirigente abertzale Rufi Etxeberria, acusó a los socialistas de intentar "desvirtuar" el proceso y destacó que, con esas condiciones, Batasuna nunca hubiera dado el paso de apoyar la búsqueda de un acuerdo de paz. Otegi mostró su extrañeza por que la izquierda abertzale esté recibiendo más golpes tras el alto el fuego que antes. Por eso, llamó la atención al PSOE para que en adelante actúe con "prudencia" y "respeto". Anunció que su formación trabajará las próximas semanas para lograr un "gran compromiso" entre los partidos para lograr un "escenario democrático" en que se respete la voluntad de todos los vascos.

El portavoz parlamentario socialista, Diego López Garrido, le replicó volviendo a emplazar a Batasuna a desvincularse de la violencia, porque, de lo contrario, no tendrá cabida en el juego democrático. Negó que en las conversaciones con dirigentes radicales se abordase la situación de Navarra.

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, se dirigió ayer, sin citarlos, a los socialistas y Batasuna, a los que pidió "equilibrio" y "sensatez" para que no confundan a la sociedad con mensajes contradictorios sobre la marcha del proceso de paz y normalización. "Un día hacen una declaración que a todos nos parece muy importante y al siguiente se considera un gran problema. Un día se llevan maravillosamente bien [por Batasuna y los socialistas] y al siguiente dicen lo contrario", indicó.

En una comparecencia ante los medios de comunicación, el jefe del Gobierno vasco reiteró su apoyo a que Batasuna participe en las próximas elecciones locales "como uno más" y se mostró convencido de que su legalización llegará. Sin embargo, rechazó que esta cuestión sea el debate principal y apuntó que lo más importante es "avanzar hacia la paz" e implicar a la sociedad vasca en ese camino desde el primer momento. El lehendakari reconoció que trabaja con varias fórmulas para hacer efectiva esta participación e insistió en que se las planteará al resto de partidos.

Ibarretxe insistió en que no promoverá una mesa de partidos si no es para lograr acuerdos. Por eso, recalcó que es necesario que en las citas bilaterales que están manteniendo los partidos se blinde algún mecanismo para que esos acuerdos sean posibles. "No organizaré una mesa para hacer una foto y que después no represente más que una decepción". Sobre la oposición del PP, el lehendakari se mostró convencido de que "tarde o temprano" participará en el proceso.

Los populares no están por esa labor. Su presidenta en Euskadi, María San Gil, criticó ayer la "sumisión absoluta" del PSOE a las "exigencias inasumibles de ETA-Batasuna". Opinó que los terroristas están cada día "más crecidos" y sienten que pueden conseguir los "objetivos políticos" que no han logrado matando, "gracias a la dejadez y sumisión del Gobierno" de Rodríguez Zapatero.