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Entrevista:GENTE QUE NOS HACE LA VIDA MEJOR | Pedro Palomo-Inventor del Quick Glance (Vistazo Rápido)

Cómo expresarse a través de la mirada

Mónica Ceberio Belaza

Por una lesión medular, un infarto cerebral o una esclerosis lateral amiotrófica, usted o yo podríamos quedarnos paralizados de por vida, sin mover absolutamente nada. Ni siquiera las manos, la boca o las cuerdas vocales. El mundo se quedaría reducido a una cama, una silla y a las personas que tuvieran a bien cuidarnos. El físico y empresario Pedro Palomo ha conseguido que quienes están en esta situación puedan salir del encierro con un sistema que lee la mirada y permite manejar un ordenador a través de los ojos. Parece magia. O ciencia-ficción, como el propio nombre del invento, Quick Glance (mirada rápida), que aplica tecnología de aviones de combate a fines más humanitarios.

"Un niño que nació sin poder hablar ni moverse, con seis años pudo escribir a su madre en la pantalla: 'Te quiero'"
"Una cámara conectada al ordenador enfoca al ojo, deduce dónde estás mirando y manda allí el puntero del ratón"
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El físico inventor

Este madrileño de 57 años, que lleva 30 afincado en San Sebastián, tenía una amiga que había sufrido un infarto cerebral. No podía hablar. Su técnica para comunicarse era la que utilizan muchos en su situación: "Su interlocutor repasaba el abecedario, ella parpadeaba al escuchar la letra adecuada e iban formando frases", explica Palomo. Sencillo, pero lento y limitado, así que buscó la forma de ayudarla. Era 1999. "Pensé que las nuevas tecnologías tendrían que servir para algo". Y construyó un ratón de ordenador que se podía manejar con la cabeza.

Su amiga llevaba 15 años inmóvil y "no sabía ni de qué color era un ordenador", recuerda Palomo. "Pero aprendió rápido a usarlo y empezó a comunicarse con el mundo". Podía leer, escuchar música, ver películas y escribir lo que le venía en gana. Sus primeras palabras fueron: "Garbiñe, cabrona". Garbiñe era su cuidadora. "Llevaba 15 años queriendo decírselo", escribió después. Con un sintetizador de voz incluso llegó a hablar. Pedro Palomo era entonces director general de una empresa de automóviles y no tenía intención de cambiar de rumbo. Pero una cosa llevó a la otra y de pronto se vio en el desierto de Arizona buscando mecanismos para usar ordenadores con la mirada.

La mujer de uno de sus mejores amigos había fallecido por esclerosis lateral amiotrófica (ELA). "Un mal muy canalla, que te va dejando sin movimientos y te va matando, pero que mantiene la mente lúcida", explica. Su amigo le dijo que lo más duro para ella había sido el aislamiento. "Me pidió que buscara algún sistema de expresión para la gente que ni siquiera puede mover la cabeza".

Y a ello se puso. En Internet se enteró de la existencia de la "video-oculografía". Un extraño término que engloba todas las técnicas basadas en la interpretación de los ojos. Se desarrolló para que los pilotos de combate pudieran manejar algunos comandos con la mirada, pero tiene muchas aplicaciones. "Lo usan para analizar el impacto de un anuncio en los espectadores o para ver a qué estímulos reaccionan los niños autistas", explica Palomo.

Un ingeniero mormón de Arizona, que se dedicaba al reconocimiento de imágenes por satélite y al que conoció por Internet, le ayudó a desarrollar el Quick Glance. "El sistema es sencillísimo", asegura. "Una cámara conectada al ordenador enfoca al ojo, deduce dónde estás mirando y manda el puntero del ratón allí. Sigue el movimiento de tus ojos. Y para pinchar en algún comando, la persona parpadea despacio".

A partir de aquí, empezó a probarlo. Funcionó. Dejó su trabajo para dedicarse enteramente al nuevo proyecto, Iriscom, la empresa que creó con su amigo José María Arrazola, presidente de la asociación de ELA del País Vasco. Tres años después del invento, hay más de 100 personas que lo usan. Lo han llevado a Francia, Reino Unido y Portugal. Cuesta 6.000 euros, pero en el País Vasco tienen un acuerdo con algunas cajas de ahorros que lo pagan entero. "Aquí nadie que lo necesite se queda sin él", afirma, orgulloso. Están hablando con ministerios y empresas para que pueda ser gratis para los usuarios de toda España.

Lo instalan siempre ellos mismos. "Hay que encontrar lo que motiva a la persona para lograr interesarla", explica Palomo. "Después, como es su única forma de comunicarse, suelen usarlo unas 12 o 14 horas al día. Sobre todo escriben y chatean, pero hacen de todo, hasta punto de cruz. Conozco un hombre que diseña unas figuras increíbles y luego su mujer las cose. Pero lo más importante es que consiguen autonomía, hacer las cosas solos".

Este verano está perfeccionando el invento en su casa de Pasajes (Guipúzcoa), mientras mira los barcos que entran y salen de la ría. ¿Lo más emocionante que le ha pasado? "Una historia de novela. Un niño que nació sin poder moverse, ni hablar. Con seis años, hace tres, le instalamos el sistema, que parece que está hecho a su medida. Su madre tenía mucho miedo de que el chaval muriese sin haber podido comunicarse con él, pero con el Quick Glance aprendió a escribir. Un día le puso en la pantalla a la madre: 'Te quiero".

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Sobre la firma

Mónica Ceberio Belaza
Reportera y coordinadora de proyectos especiales. Ex directora adjunta de EL PAÍS. Especializada en temas sociales, contó en exclusiva los encuentros entre presos de ETA y sus víctimas. Premio Ortega y Gasset 2014 por 'En la calle, una historia de desahucios' y del Ministerio de Igualdad en 2009 por la serie sobre trata ‘La esclavitud invisible’.

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