Los paramilitares colombianos dicen que el proceso de paz está en crisis

El grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que mantiene conversaciones con el Gobierno desde 2003, afirmó ayer que el proceso de paz atraviesa una "gravísima crisis", debido a que no cuentan con suficientes garantías de seguridad jurídica.

Así lo manifestó Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez, principal portavoz de las AUC, grupo del que se han desmovilizado ya más de 30.000 combatientes. Horas antes, el presidente colombiano, Álvaro Uribe, había advertido a los paramilitares desmovilizados que deben acogerse a la llamada Ley de Justicia y Paz, aprobada en 2004 por el Congreso, o podrán perder beneficios como la oferta de no extraditar a Estados Unidos a los que están acusados de narcotráfico. Uribe conminó a los paramilitares a ponerse a las órdenes de las autoridades judiciales "sin dilación".

Pese a la respuesta de Báez, otros 745 paramilitares entregaron ayer sus armas en el departamento del Chocó, a unos 700 kilómetros al noroeste de Bogotá, cerca de la frontera con Panamá.

Los desmovilizados pertenecían al Bloque Elmer Cárdenas, dirigido por José Alfredo Berrío, alias El Alemán, que ya había desmovilizado otros 800 paramilitares. Todos depositaron sus armas en una caja de madera en una ceremonia campal encabezada por el alto comisionado presidencial para la Paz, Luis Carlos Restrepo. Como en las 37 desmovilizaciones anteriores, los rebeldes se concentraron en una zona autorizada por el Gobierno, donde tuvieron exámenes médicos y recibieron ropa, una ayuda del equivalente a 150 dólares y conferencias del Programa de Reincorporación a la Vida Civil.