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Tortosa tendrá un nuevo hospital con más de 300 camas dentro de 4 años

La consejera de Salud, Marina Geli, ha anunciado en Tortosa (Baix Ebre) la construcción de un nuevo hospital que sustituirá al actual Verge de la Cinta. Este centro, situado en la parte alta de la ciudad, ha funcionado durante más de 25 años como hospital de referencia de las comarcas del Ebro, aunque su "difícil accesibilidad", reconoció la consejera, unida a la dificultad para ampliarlo, ha forzado la decisión de la Generalitat. Salud prevé que el nuevo hospital comience a funcionar a finales de 2010 o comienzos de 2011, tras finalizar unas obras que empezarán durante el año próximo.

La Generalitat había previsto habilitar en el hospital Verge de la Cinta un servicio de oncología y otro de salud mental, y para hacerlo contaba con 50 millones de euros. Sin embargo, el Ayuntamiento y la Generalitat han terminado por abandonar la idea de la ampliación del actual y apostar por un nuevo hospital más cercano a la ciudad -en el barrio de Ferreries-, mejor comunicado y previsiblemente con menos problemas de aparcamiento. El emplazamiento actual, hoy por hoy, está saturado de vehículos y la dificultad para ampliarlo sin dañar el conjunto de las murallas de la ciudad resulta evidente.

Servicio de oncología

Durante el próximo año comenzarán las obras del nuevo centro hospitalario, y el primer edificio que verá la luz será el nuevo servicio de oncología. "Ahora los enfermos de cáncer deben ir a Reus", señaló el alcalde, Joan Sabaté, quien calificó de histórica la decisión de la Generalitat. Reus (Baix Camp) está a más de 70 kilómetros de Tortosa.

La Generalitat destinará un total de 120 millones de euros para la construcción de este equipamiento, en la mayor inversión en sanidad que se recuerda en las comarcas del sur de Cataluña. Tras la apertura del servicio de oncología, las obras seguirán con la construcción de la unidad de salud mental. Así, una vez completados los servicios que la Generalitat preveía inicialmente ampliar en el Verge de la Cinta, las obras seguirán paulatinamente en el nuevo emplazamiento, y a medida que esté terminada cada unidad se irán trasladando los servicios y los equipos del antiguo hospital.

Tortosa, al final de este proceso, pasará de tener un hospital de 33.000 metros cuadrados a otro de 55.000, de 239 camas a 320, de 5 quirófanos a 8, de 2 salas de partos a 3 y de 1.000 metros cuadrados de servicio de urgencias a 1.600. "Hablamos prácticamente de un hospital un 50% mayor en todo, también en personal", dijo ayer el alcalde.

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Aún queda en el aire la utilidad que tendrá el actual hospital cuando entre en servicio el nuevo. "Tenemos cuatro años para pensarlo", señala Sabaté, quien apunta la posibilidad, ya prevista por el Departamento de Salud, de que el viejo hospital se reconvierta en algún otro centro sanitario distinto.

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