Barricada adapta a formato acústico parte de su cancionero

Barricada, grupo identificado desde 1982 con el rock urbano, callejero y eléctrico, ha cumplido el deseo de envolver algunos de sus textos combativos con una instrumentación eminentemente acústica. Ya lo intentó hace 12 años, pero entonces el fruto de su encierro no trascendió más allá de las paredes del estudio. La espina quedó clavada y el cuarteto pamplonés se ha resarcido con la edición de Mordiscos (Dro Atlantic), CD más DVD que perpetúa el concierto en formato acústico que ofreció en febrero en el teatro Gayarre de Pamplona.

Después de 24 años de trayectoria el cuarteto se mueve por el deseo de "no repetirse"

"Yo creo que no se pierde mucha cosa, aparte de la distorsión. Y se gana elegancia, porque el trabajo hecho de cara al acústico es para ganar en elegancia", matiza el batería Ibon Sagarna, Ibi, refiriéndose al nuevo esqueleto resultante de cimentar sus temas con guitarras acústicas, saxos que encajarían en serenatas nocturnas, mucho piano y coro femenino. Arreglos entre los matices soul, country y pop rock distinguen ahora 20 canciones que componen Mordiscos, entre las que se encuentran No hay tregua, En blanco y negro, Pasión por el ruido y No sé qué hacer contigo.

Al mismo tiempo Barricada ha publicado Latidos, otro CD más DVD que reproduce un concierto eléctrico, convencional, grabado en diciembre en el pabellón Anaitasuna, también en Pamplona. Y la caja Latidos y mordiscos, que reúne ambos CDs y DVDs, más de cinco horas de música e imágenes concretadas en 47 títulos, brinda la oportunidad de comprobar el contraste entre ambas vertientes del grupo. Dos caras distintas, el contraste entre su sonido más conocido y las versiones acústicas, dos tipos de arreglos bien diferentes, aunque ambos se ciñan al deseo de sus autores de ofrecer sencillez para ganarse al público.

"Para nosotros es vital hacer canciones que lleguen fácil, sin ninguna complicación. Hemos hecho discos de todo tipo, rebuscados y más sencillos, y donde nos encontramos cómodos es cuando la canción resulta, es pegadiza y tiene fuerza. Y eso es resultado de una elaboración sencilla", reconoce el guitarrista Javier Hernández, Boni, para quien "las melodías siempre han sido algo bastante importante", y las canciones de la banda deben resultar "compactas".

24 años de carrera

Tras 24 años en la carretera y 17 discos previos, el giro de tuerca dado en la nueva entrega en caja parte del deseo de no repetirse, una cuestión que casi les obsesiona. "La verdad es que sí, el no repetirnos, no estar toda la vida haciendo el mismo disco, ni el mismo concierto, ni todo igual, será seguramente lo que más nos preocupe. El no meternos en lo que sería una rutina normal de un trabajo cualquiera", confiesa Alfredo Piedrafita, el otro guitarrista de un grupo "comprometido" que en sus letras "ha sabido reflejar un poco los problemas que pululan a nuestro alrededor, sin intentar dar ninguna solución".

Hace tiempo que Barricada no figura entre los grupos más vendedores. Su último disco de oro se remonta a 1994, pero al hacer balance, Piedrafita asegura que "es un alucine poder decir que llevas 24 años viviendo del rock and roll en un país donde es algo casi proscrito de cara a los medios oficiales". Ibi asegura que "hay gente que ha seguido más o menos los pasos de Barricada, y sí que se ha creado un poco escuela en ese aspecto".

El grupo tiene confirmadas varias actuaciones hasta finales de septiembre, aunque de momento no va a ofrecer más recitales acústicos que los ya celebrados en junio en el Teatro Principal de San Sebastián y en el Lope de Vega de Madrid.

Serán nuevas oportunidad de conocer la dimensión real de Barricada, un grupo que ya había grabado otros dos trabajos en vivo (Barricada, en 1990, y Salud y rocanrol, en 1997), y contempla el directo como "su fuerte".

"También nos gusta hacer discos, el estudio y todo eso, con el tiempo le vamos cogiendo el rollo y cada vez nos gusta más, pero al final donde demuestras ese trabajo que te ha costado componer el disco es en un directo, al salir a un escenario, soltar allí toda tu energía y recibir toda la de la gente", recuerda Piedrafita. Los músicos de Barricada siguen defendiendo que sus actuaciones no son sólo cosa de ellos. "Un concierto de Barricada no es simplemente cuatro tíos en el escenario", añade el guitarrista, "sino una mezcla de lo que hay encima y lo que hay debajo del escenario".