La juez imputa a otro policía del CIE de Málaga por dar comida a una interna a cambio de sexo
La titular del Juzgado de Instrucción 9 de Málaga imputó ayer a un nuevo agente del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) por abusos sexuales a una inmigrante en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la capital. La interna, que declaró ayer ante la juez, aseguró que el policía le ofrecía "alimentos especiales" para paliar sus problemas de estómago. A cambio, mantuvieron supuestamente relaciones sexuales con penetración "en tres ocasiones" en la sala de monitores del centro, según su testimonio.
El agente, que quedó ayer en libertad provisional, no pertenece al turno de noche en el que trabajaban los siete primeros policías implicados. Tres permanecieron 11 días en prisión por los presuntos abusos sexuales y otros cuatro se encuentran en libertad con cargos por omisión del deber de impedir delitos. El jefe de seguridad del centro también fue imputado por abusos sexuales. La inmigrante que alertó en primer lugar de las supuestas fiestas nocturnas con alcohol y sexo amplió ayer su declaración y señaló al nuevo agente.
La interna aseguró que no lo mencionó antes porque "se portaba muy bien con ella". El primer encuentro sexual se produjo "en los primeros días de llegar al centro" durante una madrugada de "mucho calor". El agente le sugirió ir a la sala de monitores "donde hacía fresquito" y le ofreció una cerveza y un móvil para que llamase. Una vez allí, tras varias caricias, le retiró la sábana que llevaba encima y se puso un preservativo "penetrándola vaginalmente mientras estaba en la silla con las piernas abiertas", según contó a la Policía.
Tres encuentros
Entonces comenzó a recibir bocadillos, fruta, cerveza, chocolate y tabaco "entendiendo que si mantenía relaciones sexuales con el mencionado no le faltarían esas cosas" y manteniendo con él dos encuentros más. Cuando se conocieron las primeras denuncias, el imputado le pidió "que no contara nada de lo suyo", según indicó la interna en su testimonio policial. El agente negó primero en su declaración de ayer que conociera a la inmigrante, pero después admitió que le llevaba bocadillos y que tenía su número de móvil, según indicaron dos letrados del caso.
Otras dos extranjeras prestaron ayer declaración. Una de ellas aseguró que "había escuchado cómo el policía llamaba a la presunta víctima para que saliese de la habitación", según Rodríguez. La otra "no aportó mucho porque apenas tenía conocimiento de los hechos", añadió el letrado. La cuarta testigo llamada a declarar no acudió por encontrarse indispuesta.
El juzgado dispone de tres nuevas fotografías "correspondientes a una de las fiestas", según el abogado, que no supo precisar la fecha en que fueron tomadas. En una aparece un agente "posando con una interna" y en otra, un funcionario y una inmigrante "abrazados".
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