Matar a un lince, tres puntos
Los linces siguen siendo atropellados y lo seguirán siendo mientras no se adopten medidas. ¿Qué medidas? Alguien podría pensar que restar algunos puntos al nuevo carnet podría ser útil, aunque lo dudo. ¿El problema es el lince, la carretera, la playa de Matalascañas, los miles de conductores o qué?
Quitémonos la máscara, nadie renunciaría a su sagrado derecho de conducir rápido y disfrutar de la playa por unos cuantos linces menos. El lince frena al turismo, y por tanto es antieconómico; una plaga, vamos. Así lo ven muchos que siguen sin comprender por qué tenemos que soportar que el parque de Doñana limite el desarrollo de la costa. Doñana es algo único en el mundo, un lujo que ningún país tiene; el ecosistema perfecto. Hay que conocerlo: cuando veo que a los escolares se los llevan a Isla Mágica todos los años se me cae el alma al suelo.
Mientras, muchos andaluces se preocupan por el lince: por si cubre el seguro los desperfectos por atropello, concretamente.
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