Salud controla cada día a 1.200 personas vulnerables al calor

Las temperaturas extremas suponen una amenaza que puede resultar fatal para las personas que a su frágil salud suman la soledad y la pobreza. Unas 1.200 personas que reúnen estas condiciones son objeto de un seguimiento diario por personal sanitario o asistentes sociales. Las altas temperaturas ya se han cobrado en Cataluña una víctima mortal y al menos seis personas han sido hospitalizadas por trastornos relacionados con el calor.

La consejera de Salud, Marina Geli, explicó ayer que, a pesar de que no existen motivos para la alarma (las previsiones meteorológicas apuntaban ayer a un ligero descenso de las temperaturas), su departamento ha decidido mantener activada la alerta en fase II en varias zonas de Cataluña (Alt Empordà, Baix Empordà, Gironès, Pla de l'Estany, Selva y Vallès Oriental) para minimizar los efectos del calor sobre la población más vulnerable.

Bebés, ancianos, enfermos crónicos, personas que viven solas, discapacitados, enfermos mentales o pacientes que toman medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central son algunos de los colectivos de mayor riesgo ante las altas temperaturas. El Departamento de Salud y los servicios sociales tienen censadas a un total de 100.000 personas que a su vulnerabilidad física y de salud se suman unas condiciones socioeconómicas precarias, por lo que desde los centros de atención primaria (CAP) y desde los servicios sociales se realiza sobre ellas una tarea de prevención y seguimiento, bien a través de llamadas telefónicas, bien mediante atención domiciliaria. Entre estas personas, unas 1.200, son consideradas "muy frágiles" y son objeto de un seguimiento diario muy estrecho, según explicó ayer el director general de Salud Pública, Antoni Plasencia.

El Departamento de Salud confirmó que el intenso calor de los últimos días se han cobrado una víctima mortal en Cataluña, una mujer de 83 años que sufría insuficiencia cardiaca y renal y que falleció la pasada semana por el denominado golpe de calor. Plasencia aseguró que las elevadas temperaturas no han originado por el momento un incremento de la actividad asistencial, aunque precisó que al menos seis personas han sido hospitalizadas por causas directamente relacionadas con el calor. Se trata de un trabajador de un horno industrial, tres personas adictas al alcohol o las drogas y dos personas mayores con estado de salud precario y que "se vieron descompensadas" a causa de la canícula.

La subida de los termómetros registrada en los útlimos días ha ido acompañada de un "leve incremento" de las defunciones, que Salud consideró "poco significativo". Plasencia recordó que en el verano de 2003, entre el 3 y el 16 de agosto se superaron en un 53% los valores de mortalidad registrados en los mismos días del año anterior.

En el marco del Plan de actuación para prevenir los efectos del calor, el Departamento de Salud ha distribuido 4.500 carteles y 750.000 abanicos en los que se ha incluido un listado de consejos destinados a la población general y a la de riesgo. También se han repartido folletos en las residencias geriátricas y centros de día para ancianos y personas discapacitadas.