El 17,7% de la población en Cataluña se encuentra bajo el umbral de la pobreza

El 17,7% de la población catalana está bajo el umbral de la pobreza, situación que se agudiza entre las mujeres mayores de 65 años, para las que el porcentaje se dispara hasta el 31,3%. Estos datos corresponden a la encuesta de condiciones de vida realizada por el Instituto de Estadística de Cataluña en 2004 según datos del año anterior, que por primera vez recogían información sobre la distribución de la renta de los hogares y la exclusión social.

Los resultados de la muestra reflejan que los ingresos medios anuales de los hogares catalanes fueron en 2003 de 24.763 euros al año, lo que supone una renta media anual un 14,9% más alta que la del conjunto de España.

Los hogares catalanes con rentas más bajas son aquellos en los que la persona de referencia tiene 65 años o más, ya que la renta media de estas personas es el 30% inferior a la media del conjunto. Los ingresos también son inferiores en el 22,1% de los casos, cuando la persona de referencia del hogar es una mujer que percibe 20.757 euros anuales, frente a los 26.631 euros de salario de los hombres. Así, corren más riesgo de caer en la pobreza las mujeres (19%) que los hombres (16,3%), en especial cuando aquéllas tienen más de 65 años.

El estudio también muestra que el 26,7% de los hogares ingresaba cantidades inferiores a 14.000 euros al año, frente al 33% de los hogares españoles que tenían ingresos similares.

En cuanto al tramo superior de la distribución de la renta, el 40,6% de los hogares catalanes se sitúa en la franja que supera los 25.000 euros al año, mientras que en el conjunto de España esta proporción es del 31,3%.

El riesgo a la pobreza, considerado cuando una persona percibe una renta anual inferior a los 7.569 euros, afecta en primer lugar a las personas que viven solas (38,4%), la población extranjera (37,8%) y las personas viudas (35,9%). Por contra, la población con menor riesgo son los que tienen estudios superiores (7,6%) y los ocupados (11,4%).

El resultado del nivel de privación muestra que el 36,8% de los hogares catalanes no se puede permitir una semana de vacaciones al año, el 33,8% no tiene capacidad de reacción económica ante los gatos imprevistos, el 6,3% tiene dificultades para mantener su casa a temperatura adecuada y el 2,7% no se puede permitir comer carne, pescado o carne de ave una vez a la semana.

El estudio muestra, también, que el 52,6% de los hogares reciben algún tipo de prestación social, y son las pensiones por vejez y supervivencia -dentro de las que se incluyen las prestaciones por jubilación- una parte muy importante dentro del conjunto de protección social, ya que el 98,5% de los hogares donde la persona de referencia tiene más de 65 años reciben al menos una de estas prestaciones.