Badalona fija condiciones restrictivas para abrir nuevos centros de culto
Los musulmanes de Badalona podrán volver a abrir oratorios. Tras un año de vigor de la moratoria impuesta sobre la apertura de locales religiosos, el Ayuntamiento aprobó ayer en pleno modificar la ordenanza de edificación. Por primera vez, la norma municipal regula los centros de culto. El texto detalla los requisitos que cualquier espacio destinado a usos religiosos debe reunir para obtener el permiso.
Las condiciones fijadas por el consistorio son restrictivas. Los locales no podrán situarse en calles de menos de 10 metros de ancho y deberá haber entre ellos una separación de al menos 100 metros. Además, el texto establece para los centros de culto una fachada mínima de cuatro metros de longitud y una altura de al menos 3,7 metros.
Los líderes del colectivo musulmán no están de acuerdo con estas condiciones. Argumentan que en la zona limítrofe entre Badalona y Santa Coloma de Gramenet -donde se concentra mayor número de musulmanes- es difícil encontrar plantas bajas de este tipo: las fincas son antiguas y no suelen reunir estas características. Tampoco ven con buenos ojos el aforo que ha fijado el Ayuntamiento para cada oratorio: 70 personas. Fuentes del consistorio replicaron que limitar el acceso es la única manera de controlar a los usuarios de las mezquitas y evitar aglomeraciones en la vía pública que irriten a los vecinos.
A las zonas industriales
El aforo máximo se podrá sobrepasar "en locales situados en edificios donde no haya usos de viviendas". En la práctica, significa que las mezquitas más grandes podrían concentrarse en polígonos industriales. La intención del consistorio de desplazar los oratorios hacia esas zonas, alejadas del núcleo urbano, quedó reforzada por la propia alcaldesa, la socialista Maite Arqué: "Son lugares idóneos y más grandes". Además, el Ayuntamiento también aprobó ayer una modificación de las normas urbanísticas del Plan General Metropolitano. En el nuevo texto se admite "sin limitaciones" el uso religioso en áreas industriales.
En los últimos años, la presión vecinal ha provocado el cierre de diversas mezquitas en Badalona. De hecho, hoy sólo hay un pequeño oratorio en funcionamiento: el del barrio de Llefià. Además de la escasez de centros para el rezo cotidiano, los musulmanes reclaman una mezquita más grande para la oración en común de los viernes, que congrega a miles de fieles. En este sentido, el Ayuntamiento acordó ayer declarar terreno para usos religiosos un espacio de 1.200 metros cuadrados en el barrio de Montigalà. Arqué aseguró que los terrenos no tienen por qué servir a la comunidad musulmana, ya que "hay otras confesiones religiosas que están creciendo en Badalona". Además, la alcaldesa rechazó tajantemente que el Ayuntamiento vaya a ceder gratuitamente esos terrenos.
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