La coalición de Prodi apoya renovar la misión en Afganistán
Sólo cuatro diputados votaron contra el despliegue militar italiano
Tras dos meses de debates, la Cámara de Diputados italiana aprobó el miércoles por la noche la propuesta de ley para refinanciar las misiones militares en el exterior, entre ellas la de Afganistán, y la retirada de las tropas de Irak en el otoño de 2006. La medida contó con 549 votos a favor y cuatro en contra. Se opusieron cuatro diputados del partido Refundación Comunista, que forman parte de la coalición gobernante.
El primer ministro italiano, Romano Prodi, dijo estar "satisfecho" con el resultado y "seguro" también de la aprobación del Senado, que tendrá que expresarse sobre la propuesta el próximo lunes. Sin embargo, la votación fue todo menos tranquila, ya que terminó con la renuncia del diputado pacifista Paolo Cacciari, y las lágrimas del legislador comunista Alí Rashid, que se sintió obligado a votar a favor de la misión en Afganistán para evitar una crisis de Gobierno.
La ajustadísima mayoría del centroizquierda en el Senado está ahora en las manos de los ocho parlamentarios pacifistas que, hace dos meses, al enterarse de la propuesta de ley, escribieron a Romano Prodi para anunciarle su decisión de responder con "un dramático no" a una misión que, según ellos, sigue una óptica de guerra, y no de paz.
La renovación de la misión en territorio afgano es uno de los nudos problemáticos de un programa de coalición voluntariamente ambiguo. El centroizquierda aparece dividido con respecto a otras cuestiones, como la continuación de la obra de la línea férrea de alta velocidad entre Turín y Lyón, suspendida por la presión de los vecinos del valle de Susa y de los ecologistas, y sobre la definición de la misión de "reconstrucción" que debería tomar el relevo de las tropas actualmente en Nasiriya (Irak).
La oposición votó compacta, "desde el primero hasta el último de sus diputados, a favor de la misión en Kabul", anunció, entre aplausos, el ex primer ministro Silvio Berlusconi, en su discurso frente a la Cámara de Diputados.
Divisiones en el Gobierno
A Il Cavaliere no le faltó ocasión para destacar las divisiones existentes en la coalición de Gobierno: "Un país que carece de una mayoría estable es una suerte de animal raro, mitológico, un ircocervo (sic) sin cabeza ni cola, que la comunidad internacional miraría con curiosidad y compasión. Un país ridículo que no nos podemos permitir".
A partir del lunes el proyecto de ley pasa al Senado, donde la ventaja de la coalición de Gobierno es mínima, y el frente interno de los disidentes es más fuerte que en la Cámara. El riesgo de que Romano Prodi tenga que pedir una moción de confianza es más que real. La historia se repite. Era el 9 de abril del 1997, y, como ahora, Prodi era el primer ministro. No se hablaba de Afganistán, sino de Albania. Esa vez, todo el partido Refundación Comunista votó en contra de la misión italiana en Tirana. Una situación que se parece mucho a la que el jefe de Gobierno tendrá que afrontar la próxima semana. No tendrá que enfrentarse a un partido entero, sino a un grupo de disidentes determinantes para la mayoría.
En sus discursos de estos días, Prodi a menudo recordó aquel momento que abrió la crisis en su primer Gobierno, y, como entonces, dice no querer recurrir a la moción de confianza. Su argumentación es la siguiente: "Tenemos que demostrar que somos autosuficientes", dijo ayer después de la votación. "Los números en el Senado son como son, debemos ser conscientes. Todos tienen que asumir la responsabilidad. No se puede pedir la moción de confianza acerca de un tema de política exterior, para el que es posible una convergencia de todo el Parlamento". Pero no todos, en el Ejecutivo, están de acuerdo con él.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.