Las tres oficinas del Servicio Vasco de Empleo han intermediado en 800 contratos desde su creación

El consejero de Justicia, Trabajo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, cifró ayer en unos 800 los contratos totales intermediados por el Servicio Vasco de Empleo-Lanbide, desde que se pusieron en marcha en 2003 sus tres primeras oficinas en Agurain, Irún y Basauri. Frente a la precisión del resto de los datos que ofreció sobre el perfil de las personas que acudieron a ese servicio, Azkarraga no dio la cifra de contratos intermediados, sino un porcentaje, "el 17% o el 18%", de las 4.700 personas que se acercaron en busca de empleo a las tres oficinas. El tiempo medio de atención por persona fue de unas dos horas, el 55% de los demandantes fueron mujeres, el 65% menores de 35 años, y el 2,5% personas tenían alguna discapacidad. De todos ellos 695 fueron atendidos en Agurain, 2.202 en Basauri, y 1.784 en Irún. "El paro ha descendido entre uno y dos puntos en esas comarcas", declaró el consejero.

Además de las tres oficinas propias, Lanbide ha cerrado acuerdos con 32 entidades de orientación para el empleo, 460 entidades de formación y 138 entidades para la intermediación laboral, en las que se atendieron a 56.738 personas en más de 162.000 horas.

Azkarraga anunció asimismo que el Gobierno va a continuar con el proceso de expansión del servicio vasco paralelo al Inem con tres nuevas oficinas en las localidades de Amurrio (a finales de este año) y Erandio y Lasarte-Oria el próximo. El consejero destacó que el nivel de desempleo de estas zonas es superior a la media de Euskadi. En Amurrio es del 7,41%, en el de Erandio el 7,86% y en el caso de Lasarte-Oria el 8,25%. En la primera oficina trabajarán cuatro empleados, en la segunda seis y en la tercera cinco, con un ratio de un profesional para 240 potenciales clientes.

La decisión de seguir adelante con la expansión del servicio responde a dos cuestiones. Por una parte, dijo Azkarraga, "los datos acreditan que se está implantando un buen modelo de hacer las cosas", y en segundo lugar, "no hay perspectivas para la transferencia de las políticas activas de empleo".