El Clínico suspende 30 operaciones y 250 pruebas diagnósticas por los apagones
Los cortes de luz dañan equipos médicos y dejan a 800 ingresados sin aire acondicionado
Operaciones quirúrgicas suspendidas, tratamientos de radioterapia aplazados, análisis pospuestos y dos delicados y costosos equipos de resonancia magnética averiados. Es el parte de incidencias que los apagones han dejado en el hospital Clínico (con 800 camas ocupadas), afectado desde las 22.00 del domingo hasta ayer al mediodía por constantes e intermitentes cortes de electricidad. Los pacientes denunciaron problemas con la ropa, la comida y el aire acondicionado. También el centro vecino, la Fundación Jiménez Díaz, con 500 camas, sufrió las consecuencias de la avería.
"Después de tres días, por fin le han cambiado a mi madre la ropa de cama y el pijama", afirmaba ayer Nieves Villalpando, que acompañaba el domingo a su madre, de 87 años, ingresada en el Clínico cuando se produjo el primer apagón, que dejó sin luz a 200.000 madrileños tras el incendio de una subestación de Iberdrola en Moncloa.
"A las diez de la noche se fue la luz. Después del susto escuchamos un ruido horrible y vimos una columna de humo", recordaba Nieves. La ventana de la habitación de su madre está encima de uno de los generadores del hospital. "El aire acondicionado ha funcionado a tirones y el lunes para comer sólo le ofrecieron puré".
Entre el lunes y ayer se suspendieron 30 operaciones quirúrgicas y se retrasaron otras 10, de las 80 diarias que se practican al día, admite el hospital. "No estaba garantizado el suministro eléctrico y corríamos el riesgo de quedarnos sin los equipos en mitad de la operación", dicen fuentes del centro.
Los hospitales están obligados por la legislación vigente a tener generadores de electricidad para paliar los cortes de la red. Estas fuentes de alimentación garantizan que se restablezca la corriente en los quirófanos para seguir operando al menos durante dos horas. También aseguran que funcione una mínima iluminación de emergencia en los pasillos para facilitar la evacuación, según fuentes especializadas en la arquitectura de centros de salud.
Los cinco generadores del hospital, que necesitaron suplir los constantes cortes de corriente durante dos días, tuvieron que ser refrescados con agua por el personal del mantenimiento, según denunció ayer Juan Antonio Abad, representante de UGT en el centro. "Están preparados para dos horas y sufrieron un sobrecalentamiento después de la primera hora", aseguró. "Ningún hospital está preparado para soportar más de dos horas sin luz", aseguraron fuentes del Clínico. Los servicios electrógenos están obligados a cubrir los servicios de más urgencia, por ello se corta el suministro de aire acondicionado o ascensores, aseguran en el hospital.
A causa de los apagones, también se retrasaron el 90% de las ecografías y resonancias magnéticas (250 de 270 que se practican al día). El laboratorio de urgencias fue de los departamentos peor parados con los cortes esporádicos que siguieron produciéndose ayer. "Cada vez que se va la luz, perdemos los resultados de las analíticas (460 al día)", aseguraban ayer en el laboratorio.
Beatriz de Corral pidió el lunes la mañana libre en el trabajo porque su hijo tenía que hacerse una radiografía. Los cortes eléctricos impidieron realizar las pruebas de rayos X (se hacen 848 radiografías al día) con normalidad. Después de esperar toda la mañana, su hijo y ella se volvieron a casa sin que el chico pasara por el aparato. También se fueron del hospital sin una cita próxima. El sistema informático estaba estropeado y no lo permitía. "Menos mal que no era algo grave", decía ayer Beatriz, que tendrá que volver a pedir mañana otro día libre en el trabajo para acompañar a su hijo.
Los problemas con el suministro eléctrico se sucedieron ayer desde las siete de la mañana hasta las 12 y media del mediodía. "Después de pasar la noche sin problemas, a las siete de la mañana se cayó el servicio", afirmaba ayer un médico del Clínico que se lamentaba del mal funcionamiento de los ascensores: "No podemos bajar a la planta de rayos a los enfermos, así que da igual que funcionen los aparatos".
Equipos averiados
"Hemos estado trabajando tarde, mal y nunca. Muchas veces haciendo pruebas a mano", se quejaban el laboratorio de urgencias. Su equipo electrónico fue de los más castigados por los cortes. Durante la jornada del lunes realizaron las pruebas oncológicas, de más urgencia, de manera manual.
Dos operarios de Bayer trataban ayer al mediodía de reparar dos aparatos de bioquímica y hematología utilizados para las analíticas de los pacientes. "El sistema informático se desconfigura cada vez que sufre un apagón, y tenemos que volver a meter los datos", decía un especialista del laboratorio.
El rendimiento del hospital y la rutina médica se vio entorpecida por la falta de electricidad. "Hemos recordado viejos tiempos, cuando para consultar los resultados de una analítica tenías que caminar de punta a punta del edificio", decía ayer un médico mientras comentaba los problemas del sistema informático.
Durante la mañana se repitieron los cortes de electricidad que produjeron fallos en el equipamiento. Los dos aparatos para efectuar resonancias magnéticas (se practican 32 al día) resultaron dañados. Los técnicos especializados se afanaron toda la jornada en reparar los equipos afectados.
El hospital preparó ayer las reclamaciones a Iberdrola por los daños. El sistema informático, los aparatos electrónicos y las analíticas repetidas una y otra vez han sido los principales perjuicios sufridos.
También resultó afectada la Fundación Jiménez Díaz, al lado del Clínico. El aire acondicionado, los ascensores y los rayos X no funcionaron con normalidad el lunes y parte de la mañana de ayer, según informaron desde el hospital. Al igual que en el Clínico, mientras duraron los problemas de suministro energético, se establecieron unas prioridades, adjudicando la electricidad generada desde el hospital a los servicios de urgencias y la unidad de cuidados intensivos.
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