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Reportaje:

Las bacterias mantienen el pulso

Un estudio con más de 2.900 médicos españoles subraya la necesidad de un uso más eficaz y razonable de los antibióticos

El descubrimiento de la penicilina y el nacimiento de la era antibiótica, que han contribuido en gran medida a superar los 80 años como media de esperanza de vida en las sociedades industrializadas, se han visto ensombrecidos por el gran problema de las resistencias bacterianas, un mecanismo por el que las bacterias neutralizan la actividad de los antibióticos. Un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) revela una vez más la ya sabida necesidad del uso racional de estos fármacos, eficaces en las infecciones producidas por bacterias (las más numerosas) y no por otros agentes patógenos (virus, hongos, parásitos).

Este trabajo, presentado como Libro blanco sobre el futuro de la antibioterapia en las infecciones respiratorias, es un macroestudio prospectivo en el que han participado en sus tres fases más de 2.900 médicos de todo el país: neumólogos, otorrinolaringólogos, especialistas en enfermedades infecciosas y facultativos de atención primaria.

Cada año se producen en España de 17 a 18 millones de infecciones respiratorias agudas
El paciente debe estar bien informado del tratamiento para evitar las resistencias
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Según José Luis Viejo Bañuelos, coordinador científico de este análisis y jefe del servicio de Neumología del hospital público General Yagüe de Burgos, las infecciones respiratorias de las vías altas (como sinusitis o faringoamigdalitis) y de las vías bajas (como bronquitis y neumonía) constituyen el grueso de todos los procesos infecciosos, y uno de cada tres usuarios del Sistema Nacional de Salud español consulta por estas causas. "Nuestro estudio", señaló, "pretende ser de utilidad, en cuanto que arroja una información valiosa para la clase médica y las autoridades sanitarias, e intenta ser un instrumento de sensibilización social para un mejor uso de los antibióticos, empezando por rechazar la automedicación".

Este grupo terapéutico, a tenor de lo expresado por los expertos, es uno de los más eficaces y bien tolerados cuando está bien indicado y se respeta rigurosamente su seguimiento. Sin embargo, las limitaciones de estas ventajas surgen por el fracaso mediado por las resistencias bacterianas.

Este gran problema, según Viejo Bañuelos, se observa sobre todo en España en bacterias como el neumococo, responsable del 60% de los procesos infecciosos y de una elevada tasa de mortalidad, y en Haemophilus influenzae, causante de la mayoría de las agudizaciones de la bronquitis crónica. Les sigue la bacteria Moraxella catarrhalis, implicada en numerosas infecciones de las vías respiratorias altas y en exacerbaciones de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como EPOC.

Para Viejo Bañuelos, todos estos datos sugieren un cambio en el patrón de prescripción de los antibióticos en España, máxime teniendo en cuenta que, "con el progresivo envejecimiento de la población, los cuadros infecciosos respiratorios van en aumento, hecho que también obliga a afinar mucho más en el diagnóstico microbiológico, es decir, en la búsqueda del agente concreto responsable para elegir el antibiótico más adecuado".

Según Julio Ancochea, presidente de la Separ y jefe de Neumología del hospital La Princesa de Madrid, las dos infecciones respiratorias más importantes "desde el punto de vista clínico, sociosanitario y económico" son la neumonía adquirida en la comunidad, que conduce al 25% de las hospitalizaciones y de éstas al 10% en las unidades de cuidados intensivos, y después la EPOC.

"Este proceso, íntimamente ligado al tabaco, tiene un gran riesgo de exacerbaciones que precisan ingreso y un 25% de esos pacientes con muchas agudizaciones morirá al año. En el 75% de los casos de EPOC el tratamiento de elección son los antibióticos. No obstante, el uso cada vez más estricto de la antibioterapia en los hospitales ha hecho que la estancia media de una neumonía, que era de 10 a 15 días, pase en pocos años a unos cinco, para que el enfermo continúe en casa, bien informado, el tratamiento. De este modo se evitan las infecciones nosocomiales o contraídas dentro del hospital y se reduce notablemente el gasto hospitalario", afirmó Ancochea.

El presidente de la Separ sostuvo que las infecciones respiratorias son tan frecuentes porque cada día 12.000 litros de aire entran por nuestros pulmones y con ellos hasta 200 agentes potencialmente patógenos. La mayoría de estos microorganismos penetran por inhalación o aspiración.

"En nuestro macroestudio", añadió, "se destaca la necesidad de que el paciente esté bien informado del correcto seguimiento del tratamiento antibiótico, para evitar las resistencias. Por ello es fundamental la comunicación entre médico y paciente".

En este sentido, Bernardo Rabassa, director técnico del estudio, manifestó que cada año se producen en España de 17 a 18 millones de infecciones respiratorias agudas, lo que "genera una gran demanda de asistencia sanitaria".

Un técnico en un laboratorio de seguridad para bacterias peligrosas.
Un técnico en un laboratorio de seguridad para bacterias peligrosas.AP

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