Las pilas y su reciclaje

Ya era hora. Por fin la UE ha reaccionado con una nueva normativa de reciclaje para pilas y acumuladores que empezará a funcionar este mismo año. Si desde hace tres o cuatro décadas se tiene información más o menos generalizada de que las pilas tienen gran poder contaminante, no se entiende que las autoridades locales, nacionales y europeas no hayan reaccionado antes ante un riesgo tan evidente para la salud de las personas y del medio ambiente. Durante los últimos cuarenta años se han fabricado y consumido cantidades ingentes de pilas y acumuladores para diferentes artilugios que han ido a parar a vertederos, basureros, sumideros y tierras de cultivo, sin que las diferentes administraciones hayan sido capaces de tomar medidas efectivas para la recogida y reciclaje, así como para la educación y concienciación ciudadana.

Hay que aplaudir esta medida de ámbito europeo aunque haya llegado excesivamente tarde. Ahora, para que sea efectiva, es imprescindible la organización de puntos de recogida y la buena disposición y colaboración ciudadana, y eso sólo se conseguirá incidiendo en la sensibilización, la implicación y el compromiso de todos. Nadie duda de que el desarrollo tecnológico sea bueno para el progreso y el bienestar, pero se hace imprescindible que las diferentes administraciones controlen con más efectividad los riesgos que sin duda entraña este progreso. De no ser así, el futuro no estará asegurado.