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Un consorcio público afronta la recuperación del río Llobregat entre Martorell y el mar

Dos proyectos de mejora de los márgenes del cauce se ejecutarán en 2007

El río Llobregat tendrá tutores que velarán por su recuperación a su paso por el Baix Llobregat. Abandonado durante años a su suerte, la construcción de numerosas infraestructuras a lo largo de su curso ha dañado los márgenes y ha modificado su trazado. El propósito es que eso cambie: un consorcio público que se formalizará en los próximos días se encargará de evaluar todas las actuaciones que se realicen en el futuro en sus inmediaciones. El objetivo es doble: recuperar y crear zonas lúdicas en el recorrido del río desde Martorell hasta El Prat.

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Terreno poco fértil

Se trata del Consorcio para la Recuperación y Conservación del Río Llobregat, que integrarán el Consejo Comarcal, la Mancomunidad de Municipios del Área Metropolitana, la Entidad de Servicios Hidráulicos, la Diputación de Barcelona, el Estado y el Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat. El nuevo organismo también reclamará las inversiones necesarias para llevar a cabo los proyectos de restauración del medio natural actualmente en marcha.

El que fue hace un siglo un río que se utilizaba para regar zonas agrícolas es ahora un medio sobreexplotado. En 1960 empezó a recibir todo tipo de residuos, hasta convertirse en algo similar a una alcantarilla al aire libre. Después sumó la faceta de corredor por el que trazar fácilmente infraestructuras: la autopista AP-2 y la autovía del Baix Llobregat pasan por ambos márgenes, a lo que se suma la línea de los Ferrocarrils de la Generalitat. A cada obra, las tierras se vertían al río y modificaban su cauce.

Canalizaciones

La última gran intervención es la construcción de la línea del AVE, que ha arrasado los huertos que sobrevivían en algunas zonas y ha supuesto la canalización del Llobregat en buena parte para evitar que las aguas afecten a las estructuras próximas. Pero por el subsuelo hay aún más: conductos de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) que transportan derivados de petróleo del puerto de Barcelona al de Tarragona, varios gasoductos, un tubo para transportar las salmueras de las minas de Súria y Sallent que se vierten al mar, cables coaxiales y amplias redes de colectores de aguas residuales y de agua potable.

"Cada una de estas infraestructuras las ha implantado una compañía diferente allí donde más fácil le ha parecido y sin ninguna planificación conjunta", explica el responsable de Urbanismo y Medio Ambiente del Consejo Comarcal, Joan Anton Tineo. Añade que contemplar el mapa en el que está dibujado todo lo que hay sólo bajo las inmediaciones del Llobregat "es como observar la radiografía de un enfermo terminal".

El futuro consorcio prevé elevarse como voz única frente a otras administraciones y cualquier compañía que quiera trazar nuevas infraestructuras, porque aquí no se acaban las desventuras del Llobregat. En los próximos años está previsto duplicar la canalización de CLH y el paso de un nuevo gasoducto, así como un conducto que transportará agua desde la planta de tratamiento de agua de Sant Joan Despí hasta el aeropuerto.

El río ha empezado a tener peces con la puesta en marcha de las depuradoras. Rehacer el paisaje del entorno es ahora el propósito de la lucha que abandera la comarca para que el Llobregat vuelva a ser algo que se aproxime a lo que fue un día. En estos momentos hay dos proyectos en redacción, que se realizan por encargo del Área Metropolitana de Barcelona. El Ministerio de Medio Ambiente destinará nueve millones de euros a su ejecución, prevista para 2007. Por una parte, se actuará entre la confluencia con el río Anoia hasta la riera de Rubí, territorio que abarca los términos municipales de Martorell, Castellbisbal y Sant Andreu de la Barca.

La segunda intervención se llevará a cabo entre Sant Boi y el puente de la carretera C-31, en El Prat. En estas dos longitudes del río se adecuarán los accesos, se mejorarán los caminos que discurren a lado y lado del río para adaptarlos al paseo y la circulación en bicicleta y se crearán áreas de picnic y de aparcamiento.

Al contrario que en el parque del Besòs, en este caso la intención es recuperar el aspecto original del medio natural, restableciendo la vegetación autóctona. De esta forma, se precisará un menor mantenimiento. El uso cívico de los espacios se restringirá a la zona de caminos, que servirán a la vez para comunicar municipios de la comarca actualmente aislados entre sí. "Será posible desplazarse en bicicleta de una población a otra por el río, ganando tiempo respecto a si se circula en coche por carretera", afirma el responsable de Medio Ambiente del Consejo Comarcal.

El cauce del río Llobregat soporta muchas infraestructuras. La fotografía muestra las obras del AVE.
El cauce del río Llobregat soporta muchas infraestructuras. La fotografía muestra las obras del AVE.SUSANNA SÁEZ

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