Dejar TVE a los 50 años

"El carácter obligatorio me repele". El director de Días de cine, Antonio Gasset, entiende que RTVE necesita un "replanteamiento" pero su tradicional rebeldía le lleva a rechazar los términos en los que el Ente Público ha diseñado una reforma laboral que acarreará la salida de 4.150 personas. Técnicos de sonido, iluminadores, productores, decoradores, administrativos y periodistas pasarán en los próximos días por la ventanilla para solicitar su jubilación anticipada o su baja voluntaria.

Gasset está a la expectativa. Como la mitad de los corresponsales de TVE en el extranjero. Superan los 52 años y están en el punto de mira del expediente presentado esta semana ante el Ministerio de Trabajo. Peor es la situación en otras áreas de la empresa. Si se aplica a rajatabla el criterio de la edad, Radio 3, la emisora musical de RNE, perderá toda su plantilla.

Todavía no se conoce la lista de trabajadores que saldrán de RTVE antes de 2009. Aquellos que tengan 52 años o más el 31 de diciembre, o lleguen a los 50 en esa fecha, tienen muchas probabilidades. La dirección insiste en que el ajuste laboral es voluntario, siempre y cuando en un mes hayan solicitado la baja 4.150 personas. De lo contrario, será forzoso.

Tan pesimista como Gasset ("que sea obligatorio es hacer caer a la gente en una cierta indignidad") es Juan Martín Martín de Blas. Después de casi 40 años en el Ente Público, cree que quienes han pactado la reforma "cometen un error histórico". Y afirma que "dentro de cuatro o cinco años alguien se preguntará quién hizo "esta salvajada". "Los que no nos hemos movido de la televisión pública sabemos que necesita una reestructuración, pero esto es el principio de su liquidación. Será una corporación testimonial en menos de diez años, similar a la PBS estadounidense".

Georgina Cisquella, codirectora de Miradas2, acaba de cumplir 52 años y está, por tanto, en la órbita del expediente de regulación de empleo. Admite que es necesario reformar una empresa "que ha estado viciada por la gubernamentalización y la manipulación" y adaptarla a los nuevos tiempos. Pero considera que utilizar el baremo de la edad "para eliminar una parte de la plantilla" no es justo. "Es discriminación por edad. La renovación de las empresas tiene que afrontarse de manera transitoria. El futuro está en mezclar la experiencia de gente que lleva muchos años en el oficio y la energía de gente joven".

Tanto RTVE como la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), organismo que ha diseñado el plan, subrayan que la reforma acarreará un rejuvenecimiento de la plantilla. Según sus cálculos de los 6.400 trabajadores con los que contará la compañía, 5.900 serán fijos y 500 contratados. Tras la salida de la mitad de la plantilla estable (8.242 trabajadores, a los que se suman 1.124 temporales) se prevé generar 1.358 nuevos empleos y la conversión de 450 eventuales en fijos.

Desde la distancia, el corresponsal de TVE en Bruselas, Luis de Benito, analiza la situación: "El plan de reconversión se debería haber hecho hace mucho tiempo, como también se debería de haber elaborado un plan de financiación". Cree que el documento que ha visto la luz esta semana no es perfecto. "Hay aspectos que me parecen mal y otros bien". De Benito, que ingresó en RNE en 1975, expresa su preocupación por "la operación comercial que hay detrás de este plan".

Martín de Blas cree que la "primera mentira" que se ha fraguado en torno a TVE es que ha sido mal gestionada y expresa su irritación ante "aquellos que han sostenido sin rubor que es una cueva de ladrones y un pozo de corrupción". Opina que "la televisión pública ha sido abandonada por los gobiernos de turno" hasta acumular una deuda de 7.500 millones de euros. "RTVE se ha endeudado hasta la repugnancia. Si a la BBC se la hubiera dejado con el mismo método de financiación tendría 30 veces más de deuda".

Desde hace 15 años, RTVE ha estado al albur de la publicidad. Los sucesivos gobiernos se desentendieron de su financiación y contribuyeron a engordar la deuda. Gasset sostiene que tan culpable ha sido el PP como el PSOE. "No han hecho nunca nada, porque la televisión era un arma maravillosa para ganar elecciones".

Como prácticamente toda la plantilla, Martín de Blas ignora su futuro. Y se pregunta si podrá concluir la serie Por la ruta de la memoria en la que se ha embarcado con el periodista y escritor Manuel Vicent. Gasset confía en poder cubrir, en febrero, el próximo festival de cine de Berlín. Y Cisquella afirma que tiene "energía" para trabajar y elaborar programas nuevos y modernos. "Me da vértigo irme o quedarme pero lo que de verdad me preocupa es que esto siga siendo un servicio público y apueste por programas que las privadas nunca harán. Habrá que utilizar la imaginación para que esta empresa no caiga en picado". Gasset apunta que "para el talento y la sapiencia, la edad no es un factor en contra, sino que puede ser un elemento a favor".

Cómo evolucionará TVE es una incógnita. Muchos de los directivos aseguran desconocer su futuro y critican la "falta de información". Una inmensa mayoría está dentro de los parámetros de edad definidos por el expediente pero no saben si les afectará. De ser así "se descabezan los equipos directivos", comenta un alto cargo.

Antes de poner nombre a las 4.150 casillas, el acuerdo alcanzado el pasado miércoles será sometido a referéndum entre los trabajadores. ¿Qué pasará si votan no? Marcel Camacho, secretario general de CC OO en TVE, afirma que en este supuesto el acuerdo "no sería válido". Pero, aún con un resultado en contra, no se paralizará el expediente. Éste tiene dos versiones. La primera, acorde al pacto suscrito entre la SEPI, RTVE y los sindicatos. Y la segunda, con una significativa modificación: las bajas se aplicarán teniendo en cuenta, además de la edad, las categorías profesionales. De este modo, podrían salir personas menores de 50 años y adscritas a "categorías no necesarias". Pese a todo, Camacho confía en que la consulta, que se convocará dentro de diez días, respalde el acuerdo. "No creo que la gente vote en contra", asegura. Argumenta que las condiciones económicas son buenas: alrededor del 86% del sueldo neto.