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Columna
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Debates incorrectos

La pregunta del año es qué le dijo Marco Materazzi a Zidane para que este le metiera semejante cabezazo. Pero a buen seguro que el italiano, amén de mentarle a su madre o a su hermana, le diría "moro", "argelino" o alusión semejante convertida en insulto. Lo curioso es que públicamente queda justificada la violencia del cabezazo porque era en respuesta a una provocación xenófoba. Esto es: resulta correcta la utilización de la violencia frente al insulto xenófobo. Ya no cabe más debate.

Lo que hay es miedo a los debates incorrectos. Son asuntos que nos atormentan, pero hay un gran temor a meterles mano, porque nadie quiere quedar en ridículo ante la única verdad sostenible, defendida por maniqueos y Hermanos de la Luz. En la Comunidad Valenciana tenemos un buen montón de estos debates pendientes porque nadie se atrever a ser incorrecto.

Inmigración.- En los bares, en las tiendas, en los colegios, en los centros de salud, todos hablan de la cantidad de inmigrantes argelinos, rumanos y sudamericanos que habitan en cada ciudad. Provocan solidaridad, rechazo, amistad, relaciones de conveniencia y hasta indiferencia, extremos detallados en muchos estudios. Pero esas consideraciones no trascienden a un debate real. Lo que pasa en los colegios, lo que pasa en los centros de salud, no existe porque es incorrecto. Todo es tan hipócrita, tan correcto, que más pronto o más tarde acaba como en los disturbios de París o en los insultos de Materazzi. O en una plena integración si se aborda el conflicto.

Seguridad ciudadana.- Antonio Bernabé, el delegado del Gobierno, asegura que podrá traer unos cientos más de policías y guardias civiles para el mes de septiembre. Una buena noticia, sobre todo porque en los últimos quince años esto ha sido un erial. Ahora estamos recuperando las dotaciones policiales de principios de los noventa.

Pero más policía no es la solución. Y eso lo sabe la propia policía y la Guardia Civil, desmoralizados al ver cómo los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra. ¿Cuántos detenidos de la Operación Patagonia están en la cárcel? ¿Cuántos han sido expulsados de España? Nadie se atreve a hablar de esos extremos. Es políticamente tan incorrecto que permite la persistencia del conflicto. ¿Por qué no aceptar el debate?

Energía.- Los ecologistas no saben cómo enfrentarse ahora al horror que significa estéticamente la cantidad de molinos de viento florecidos tierra adentro. Durante años todos se llenaron la boca hablando de energías alternativas: eólicas y solar. Tuvieron muy buena venta, frente a la mala imagen de la energía nuclear. Y ahora no saben cómo impedir tanta flor metálica.

Nadie se atreve a destapar el debate. Lo correcto son las energías alternativas. Lo incorrecto es la energía nuclear. Todos correctos, mientras le compramos a Francia medio verano de aire acondicionado, fabricado con nucleares, o dejamos pasar por nuestros campos cables de alta tensión que llevan esa energía desde Francia a Marruecos. ¿Es esto correcto?

Y así queda el debate de los residuos. El PSOE ha roto el principio de acuerdo que tenía sobre vertederos e incineradoras porque Vaersa no es capaz de poner dos renglones rectos con este tema. Pero Joan Ignasi Pla, si gana las elecciones autonómicas, tendrá que construir esos vertederos y las incineradoras en los mismos sitios. ¿Para qué tanta movida? ¿Por ser correctos políticamente? La cárcel de Albocàsser era incorrecta hace tres años y ahora es correcta.

Y así quedan sin plantear el debate real sobre el urbanismo, el fracaso del nacionalismo valenciano o el fin del modelo agrícola valenciano, por decir algunos. No puede haber debate porque sólo cabe lo políticamente correcto. ¿Quién se atreve a opinar contra la Santa Inquisición?

(*)www.jesusmontesinos.es

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