Valerie Plame se querella contra Cheney y Rove por filtrar su identidad en la CIA
Valerie Plame, la agente de la CIA cuya identidad quedó al descubierto después de filtraciones de la Casa Blanca a varios periodistas, se querelló ayer contra el vicepresidente, Dick Cheney; su ex jefe de gabinete y único procesado hasta el momento por el caso, I.Lewis Libby, y el asesor presidencial Karl Rove. Plame les acusa -a ellos y a otros 10 cargos- de "conspiración para destruir su carrera profesional".
La querella está también firmada por el marido de Plame, Joseph Wilson, un antiguo embajador al que la CIA envió a Níger en 2002 para investigar si Sadam Husein había intentado comprar uranio. Wilson no encontró pruebas, pero George W. Bush usó el argumento de Níger entre las razones para ir a la guerra de Irak en su discurso sobre el estado de la Unión de 2003. Meses más tarde, Wilson escribió un artículo denunciándolo en The New York Times; ocho días después, el nombre de su mujer se mencionó en una columna del comentarista Bob Novak, que sugería que Wilson había recibido el encargo del Níger porque su mujer trabajaba en la CIA. Las fuentes de esta información eran "dos altos funcionarios".
En la querella interpuesta ayer en el Juzgado del Distrito de la capital estadounidense, Wilson y Plame dicen que Cheney, Rove y Libby quisieron vengarse de esa denuncia y de la crítica al Gobierno que había en el artículo, y por eso difundieron el nombre de la agente, y que eso ha puesto en peligro sus vidas y las de sus hijos.
La querella coincide con la primera vez que Novak ha hablado en público sobre lo ocurrido; el comentarista reveló que su conversación con Rove sobre Plame duró 20 segundos. "Entiendo que su mujer trabaja en la CIA y que ella puso en marcha la misión", le dijo Novak a Rove, y éste contestó: "Oh, así que tú también lo sabes". La Casa Blanca dice que lo que Rove contestó fue: "Yo también he oído eso". En todo caso, Novak no quiso revelar su fuente principal, y dice que consideró el comentario de Rove como un apoyo a lo que ya sabía. El periodista añadió que su fuente no filtró de manera consciente el nombre de Plame.
Revelar conscientemente la identidad de un agente secreto es un delito penado con la cárcel. Hace un mes, Patrick Fitzgerald, el fiscal especial del caso y que, por el momento, ha procesado sólo a Libby, dijo que no tenía previsto procesar a Rove. Libby será juzgado -si no hay un acuerdo previo- en enero de 2007, acusado de perjurio, obstrucción a la justicia y falsedad sobre cómo descubrió la identidad de Plame y cómo lo filtró a la prensa. Judith Miller, la ex reportera de The New York Times que se entrevistó con Libby -aunque nunca escribió sobre ello- estuvo encarcelada por negarse a revelar que su fuente había sido él.
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