Cuatro soldados de EE UU, acusados de violar y matar a una iraquí de 14 años

Cuatro soldados estadounidenses han sido acusados de violar a una joven y de matarla junto a tres miembros de su familia en Irak en el llamado caso Mahmudiya, anunció ayer el Pentágono. La joven violada tenía sólo 14 años, según Reuters, que ha tenido acceso a su tarjeta de identificación y a su certificado de defunción, aunque los militares de EE UU dijeron que tenía más de 20. Un quinto soldado ha sido acusado de no haber informado a sus superiores de los hechos. Los cinco, pertenecientes a la 101ª División Aerotransportada, siguen en activo en Irak.

"Todos han sido acusados de complot junto al antiguo soldado Steven D. Green para cometer los crímenes", dice el comunicado emitido por los militares. El ex soldado Green, de 21 años, fue procesado el pasado 4 de julio en EE UU por violación y tres asesinatos por la justicia civil. Sin embargo, para los cinco soldados acusados ayer, el siguiente paso será un proceso destinado a examinar las pruebas para determinar si deben ser enviados ante un consejo de guerra. Los cinco podrían enfrentarse a la pena de muerte.

Según un documento del FBI, que sirvió para detener a Green, este último estaba destinado los días 11 y 12 de marzo en un control en la ciudad de Mahmudiya, situada 30 kilómetros al sur de Bagdad. Por la noche, tras haber bebido una cantidad importante de alcohol con unos cuantos camaradas, se vistió con ropas oscuras, disimuló su rostro y fue a una casa próxima, en compañía de tres soldados, para violar a una joven a la que había visto anteriormente.

Según los testimonios de dos soldados, Green salió de una de las habitaciones de la vivienda en la que se encontraban una mujer, un hombre y una niña, al parecer los padres y la hermana de la joven de 14 años, y dijo: "Acabo de matarlos, están todos muertos". Green y otro soldado violaron entonces a la joven y después el primero la asesinó con un fusil de asalto Kaláshnikov y trató de quemar su cadáver. Los cuatro hombres tiraron el fusil de asalto que utilizaron a un río y quemaron las ropas manchadas de sangre que habían vestido durante el crimen.