Un duelo sin intermediarios
Federer y Nadal, sin rivales a la vista, han ganado 11 de los últimos 13 grandes torneos
La suya es una rivalidad sin intermediarios. Roger Federer y Rafael Nadal, números uno y dos del mundo, no tienen rivales que discutan su hegemonía. Mientras ellos acaban de disputar las finales de Roland Garros y de Wimbledon, algo que no ocurría desde 1952 cuando Jaroslav Drobny y Frank Sedgman se repartieron ambos títulos, los demás están desaparecidos y deben conformarse con ganar algún título secundario en torneos donde ellos no compitan.
Su rivalidad no ha hecho más que empezar pero está llamada a hacer historia. El año pasado, entre ambos ganaron ocho de los nueve Masters Series y se adjudicaron tres de los cuatro títulos del Grand Slam. Sólo Marat Safin logró uno, el Open de Australia, tras eliminar a Federer en las semifinales. Este año, Federer ha ganado en Australia y en Wimbledon y Nadal en Roland Garros. La expectativa es que vuelvan a encontrarse en la final del Open de Estados Unidos, el próximo mes de septiembre. En el ranking sigue habiendo grandes jugadores, pero todos tienen asuntos pendientes: Safin, lesiones; Hewitt, boda e hijo; Roddick, crisis mental; Nalbandián, falta de consistencia; Coria y Moyà, perdidos; Ferrero, recuperándose, y los jóvenes valores Gasquet, Blake y Monfils, aún en formación.
Aún deben recorrer un camino para igualar los duelos entre Sampras y Agassi o Borg y Connors
No hay nadie en el horizonte inmediato. Pero también es cierto que esta rivalidad debe consolidarse para asemejarse a otras que han marcado la historia más reciente. Sampras y Agassi, sin ir más lejos, se enfrentaron en 34 partidos. Agassi acaba de anunciar su retirada en el próximo Open de Estados Unidos y Pete Sampras abandonó en 2002. El suyo fue un duelo de titanes. Se encontraron en cinco finales del Grand Slam y Sampras le cerró el paso a Agassi en la mayoría de ocaciones. En todos sus enfrentamientos, Sampras ganó 20 partidos y se fue del circuito con 14 títulos del Grand Slam, una marca que parece aún inalcanzable.
Tan legendaria como ésta fue la rivalidad que mantuvieron Bjorn Borg y John McEnroe durante el final de los años setenta y principios de los ochenta. Aunque la vida tenística de Borg fue corta, porque se retiró a los 26 años, ambos se enfrentaron 14 veces con un balance de 7-7. Jugaron en cuatro finales del Grand Slam. Y Borg abandonó cuando, tras superar a McEnroe en la primera, perdió consecutivamente las otras tres finales grandes. Sin embargo, tan importante como ésta fue la rivalidad entre Jimmy Connors y Bjorn Borg. Se enfrentaron 21 veces con 13 triunfos del sueco por sólo 8 del americano. En cambio, se repartieron los títulos cuando se enfrentaron en finales grandes (2-2). Aunque pasaron más inadvertidos, los duelos entre Ivan Lendl y Mats Wilander también aportaron algunos momentos sublimes. Jugaron en 22 ocasiones, con 15 victorias para un Lendl que nunca consiguió ganar en Wimbledon. Su dominio fue importante, porque disputaron cinco finales grandes.
Federer y Nadal están todavía lejos de estas cifras. Pero su rivalidad acaba de empezar. En 2004 jugaron su primer partido en Miami, cuando Nadal estaba empezando y superó al suizo en dos fáciles mangas. En 2005 se enfrentaron otras dos veces, en la final de Miami, que ganó el suizo tras perder dos sets a cero, y en las semifinales de Roland Garros, donde Nadal comenzó una racha de cinco victorias consecutivas hasta la final de ayer en Wimbledon. Ahora van 6-2 para Nadal, que es el único tenista con balance positivo ante Federer. El duelo continúa.
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