Estabilidad relativa

El mantenimiento de los tipos de interés por parte del BCE ha conseguido dar estabilidad a los mercados de valores en un momento en el que la nueva escalada del precio del petróleo amenaza con futuras presiones inflacionistas. El Ibex 35 consigue terminar esta semana con un avance del 0,68%.

El BCE decidió mantener el precio del dinero en el 2,75% durante algunas semanas más y los mercados de valores han reaccionado haciendo un alarde de estabilidad en plena escalada del precio del petróleo, que llegó a superar los 75 dólares por barril en la jornada del viernes.

El Ibex 35 consigue terminar la semana con un avance del 0,68%, que le sitúa por encima del nivel de los 11.600 puntos. El Ibex Medium sube el 0,89%, y el Ibex Small Caps, el 0,20%.

Esta reacción de los mercados ante la prórroga concedida por el BCE ha sorprendido a algunos observadores, ya que casi nadie apostaba por una subida del precio del dinero en esta reunión del Consejo y, en consecuencia, no había nada que celebrar, pero algunas operaciones corporativas y la recomendación de varias casas de análisis para comprar valores bancarios españoles ha convencido a muchos inversores para mantener posiciones en el mercado. Esta decisión ha sido crucial en la marcha del mercado a lo largo de la semana, pues el papel ha presionado muy poco y, aunque los compradores se han mostrado más bien remisos fuera de las recomendaciones, los mercados de valores europeos han ofrecido una imagen de estabilidad razonablemente sólida.

La contratación en el Mercado Continuo ascendió hasta una media diaria de 4.550,18 millones de euros, cerca de 400 millones más que en la semana anterior, gracias a las operaciones de lavado de cupón, en las que destacó el BBVA con 328 millones de acciones negociadas en tres días en el "mercado de bloques", casi el 10% de su capital social. Las operaciones abiertas, sin embargo, descendieron hasta una media diaria de 2.297,83 millones de euros, 320 millones menos al día que en la semana anterior, lo que confirma las numerosas precauciones que han adoptado los inversores ante una coyuntura que suele calificarse entre frágil y compleja.

Los indicadores económicos publicados a lo largo de esta semana apuntan hacia una discreta mejoría en la eurozona -baja el paro, el índice de actividad del sector servicios sube por encima de las expectativas y el índice de precios industriales crece con moderación- y a un ligero enfriamiento en Estados Unidos, donde el dato más esperado de la semana, el de la creación de empleo, decepcionó a inversores y analistas al quedar muy por debajo de las estimaciones.

Con todo, el conjunto de los indicadores sólo ha conseguido mantener un precario equilibrio ante la subida del precio del petróleo debida a las crecientes tensiones geopolíticas.