Solana exige a Irán que responda a la oferta nuclear internacional

El negociador nuclear iraní, Alí Larijani, cenará hoy con Javier Solana, alto representante de la Política Exterior y de Seguridad de la UE, para pedirle aclaraciones a las dudas que Teherán tiene sobre la oferta de cooperación realizada por Occidente a cambio de que Irán contenga sus ambiciones nucleares. "No se puede esperar más. Hace falta una respuesta ya, aunque no sea definitiva", será la posición de Solana, según fuentes de su entorno.

Larijani acudirá a la cita tras haber intentado aplazarla una semana. Solana no se lo permitió. "No se puede esperar más. Hace falta una respuesta ya, aunque no sea definitiva", al amplio programa de colaboración planteado hace un mes en Teherán, señalan fuentes de su entorno. La cita informal de esta noche debe ir seguida de otra con propuestas más firmes el próximo martes, para que puedan ser analizadas en la reunión del G-8 el día 15 en San Petersburgo.

La reunión entre Solana y Larijani estaba prevista para ayer y fue cancelada de forma abrupta por los iraníes, argumentado el gesto inamistoso del Parlamento Europeo, que ha ofrecido cobertura a un grupo de oposición que el régimen de los ayatolás equipara con terroristas, según Cristina Gallach, portavoz de Solana.

La razón esgrimida por Teherán fue interpretada en Bruselas como una excusa, y el propio comunicado del alto representante, en el que daba cuenta de lo ocurrido, dejaba traslucir una muy poco diplomática incomodidad. "Me ha sorprendido tener noticia de que el doctor Alí Larijani ha decidido en el último instante retrasar su viaje, que habíamos quedado en que se realizaría hoy", hizo saber Solana. "He dejado claro a los iraníes y al doctor Larijani que queremos examinar juntos y con la máxima celeridad las ideas que le presenté el mes pasado".

Solana entregó el pasado 6 de junio a Teherán un paquete de incentivos a cambio de la renuncia por la República Islámica al enriquecimiento de uranio, tecnología que puede llevar a obtener material de posible uso en la fabricación de armas atómicas, algo que quiere evitar Occidente. El contenido exacto del plan sigue siendo secreto, pero se sabe que ofrece acceso a tecnología nuclear para uso pacífico, incluido un reactor de agua ligera, y plena garantía de suministro del uranio enriquecido para hacerlo funcionar. Además, aboga por la admisión de Irán en la Organización Mundial de Comercio y plantea una estrategia de seguridad conjunta para la región.

"Acabo de hablar por teléfono con el doctor Larijani y hemos acordado reunirnos mañana en Bruselas y que continuaremos nuestras discusiones el martes", manifestó Solana. Fuentes de su entorno subrayaron la importancia de que haya una respuesta: "Han pasado cuatro semanas, han dicho que la oferta es interesante, positiva, que la están evaluando, que puede que necesiten aclaraciones..., y no puede ser que todavía no haya ninguna respuesta oficial. Hace falta una respuesta preliminar, aunque no sea la definitiva".

Esa respuesta preliminar es la que espera recibir esta noche Solana. Los negociadores occidentales estiman que Teherán intentaba ganar tiempo para evitar que en la reunión de líderes del G-8 de la próxima semana se pueda analizar al más alto nivel la estrategia a seguir ante Teherán. La oferta que entregó Solana el mes pasado había sido pactada con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (EE UU, Rusia, China, Francia y Reino Unido) más Alemania, y aunque no llevaba fecha de respuesta, se suponía que para la cita del día 15 en San Petersburgo del G-8 debía haber ya alguna reacción iraní. De hecho, el presidente Putin ha invitado al líder chino, que no es miembro del G-8, a estar en la ciudad báltica.