Un acuerdo para el futuro

Pensiones y Sanidad son las partidas que amenazan la estabilidad de las finanzas públicas. De la primera, de responsabilidad estatal, hablamos mucho; de la segunda, transferida a la Generalitat, se habla mucho menos, como no sea como arma arrojadiza contra Zapatero. Aunque sea una "bomba de relojería", pocos se plantean vías para reformar un sistema de protección universal, que sea sostenible a las nuevas demandas.

Como informático he tenido que opinar sobre este programa (Abucasis) que tanto enfada, muchas veces con razón, a su médico de cabecera. Conclusión: el programa, mas que deficiente, es fallido. Parece hecho sin especificaciones funcionales, a lo que se añade, ignorar los 16 sistemas de información sanitaria existentes en España, ayudando así a destrozar la imprescindible unidad de la sanidad pública del Estado.

Esta mala experiencia informática dice y reconoce, que el aceptable funcionamiento de nuestra sistema solo se explica por el nivel y responsabilidad de los que trabajan diariamente en ambulatorios y hospitales. Los valencianos destinamos a salud mucho menos que el resto de españoles. Terminaremos 2006 habiendo gastado menos de 1.000 euros por persona, cuando otras comunidades se acercarán a los 1.300, y ello sin contar los miles de personas, españolas o no, que aquí atenderemos gratuitamente.

Lo anterior tiene cinco claves: a) en su momento, las apresuradas negociaciones de transferencia; b) las reglas del 2001, que demostrado su fracaso generan un nuevo sistema de financiación, con la aportación de recursos adicionales en la conferencia de presidentes convocada por Zapatero; c) Una presión demográfica muy importante; d) serias deficiencias técnicas en gestores con curricula mas políticos que solventes y e) la espantosa crisis presupuestaria de la Generalitat, donde los cuidados de salud no son los principales responsables.

Candidatos Camps y Pla, consejero Blasco:

La sanidad valenciana resistirá mal una campaña electoral al uso, ya que está en riesgo su propia viabilidad. Ante el deterioro que amenaza la calidad de vida de los valencianos, es necesario un pacto sobre temas tales como:

a) Distinguir entre servicios médicos necesarios y efectivos y los que no lo son.

b) Revisar el gasto farmacéutico cubierto por el presupuesto público, que a pesar de su escasez, aquí, financia, en farmacia, bastante más que la media europea.

c) Incentivos y cambios en la gestión. Nuestra sanidad no puede ser un atractivo adicional a la política territorial que padecemos.

d) La revisión de determinadas privatizaciones habidas, incluyendo debatir fórmulas justas de copago, enfrentando con ello las cuatro libertades de movimiento de la integración europea: bienes, servicios, personas y capital.

e) Unos requisitos claros para que las nuevas tecnologías ayuden realmente.

Gregorio Martín es catedrático de Robótica de la Universidad de Valencia.