Velas y violíne
El violinista Alexandre da Costa, de 27 años, puso el toque de magia a la noche de la villa medieval de Pedraza (Segovia), que aparecía iluminada por miles de velas, colocadas en balcones de calles y plazas. Junto con la Orquesta de Cámara Nacional de Bulgaria, dirigida por Dorian Wilson, uno de los últimos alumnos de Leonard Bernstein, las notas de compositores como Chaikovski, Bach y Mozart arroparon un ambiente intimista y especial, ya tradicional al inicio del verano, donde se emplean 50.000 luminarias y acuden más de 10.000 personas, aparte de los espectadores que llenan la plaza mayor, en un municipio serrano que apenas cuenta con cien habitantes. La fundación que organiza los conciertos, presidida por José Lara Romero, aspira a poder recaudar los suficientes fondos que le permitan restaurar la antigua iglesia de Santo Domingo, una de las siete que existían en el siglo XII.
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