IU marca distancia con el PSOE y censura la política social

La portavoz de Izquierda Unida, Concha Caballero, hizo ayer grandes esfuerzos para separarse de los acuerdos alcanzados con el PSOE en lo que va de legislatura: la reforma del Estatuto y el paquete legislativo del llamado impulso democrático. Por el contrario, destacó los "incumplimientos" y el "fracaso" de las políticas sociales del Gobierno de Manuel Chaves al que calificó de "tecnócrata"; aseguró que el crecimiento económico "no se reparte bien"; y acusó al Ejecutivo de bajar el pistón de las reivindicaciones ante el Gobierno central de Zapatero.

Caballero aseguró que en lo que va de mandato, IU se ha mostrado como una fuerza "útil" y eficaz al trabajar codo con codo con los socialistas por la reforma estatutaria, lo que no quita que la valoración que le merece los dos años de Gobierno es "negativa". Coincidió con la popular Teófila Martínez, en que Chaves ha sustituido la acción por la propaganda. "Un folleto en papel couché no es una realización", insistió.

Para la portavoz de IU, el Ejecutivo socialista confunde la política social "con la beneficencia". Concha Caballero destacó las promesas incumplidas de Chaves para extender el salario social o la presentación en el Parlamento de la ley de Inclusión Social. La portavoz dijo hablar "desde el alma de la izquierda" para reprocharle al presidente de la Junta de no querer ver que existe "una fractura social en Andalucía". "La diferencia entre una izquierda transformadora y otra de pura gestión es que los primeros queremos entrar en las causas que provocan la desigualdad y la exclusión social".

Concha Caballero responsabilizó casi en exclusiva a la Junta del "descontrol urbanístico" en Andalucía y de actuar tarde en Marbella y en los "cientos de marbellitas en ciernes".

También puso "un cero absoluto" al Gobierno en cuanto a la reivindicación de la deuda histórica ante Zapatero, a quien, según dijo, Chaves tiene "miedo de perturbarle".

La retahíla de críticas no hizo mella en el socialista. Chaves no suele dejar pasar por alto los reproches de IU acerca de que el PSOE es una especie de izquierda venida a menos frente a la "izquierda transformadora". Pero ayer cambió el guión de siempre y en vez de la defensa, prefirió el ataque, al señalar que tras esas afirmaciones intuye que IU "tiene complejo de confesar" los acuerdos con los socialistas.

El presidente negó la mayor en cuanto a incumplimiento de las políticas sociales. También aseguró que no "habrá rebajas" en el texto de reforma pactado en el que "no hay nada" que impida ampliar el consenso a otros grupos.