El voto de CiU y PNV da vía libre en el Congreso a la reforma fiscal

La nueva alianza parlamentaria del Gobierno permitió ayer sacar adelante la principal ley económica de esta legislatura, la reforma fiscal. Los votos de CiU, PNV y Coalición Canaria reemplazaron el tradicional apoyo de Izquierda Unida y Esquerra Republicana y aprobaron, junto al PSOE, un proyecto que rebajará el IRPF y el impuesto de sociedades en enero de 2007. "Las aportaciones de CiU han mejorado el proyecto del PSOE", subrayó el portavoz socialista de Economía en el Congreso, Ricard Torres.

La reforma contempla una rebaja media del 6% en el impuesto sobre la renta, con un tipo máximo que pasa del 45% al 43%, y un aumento de las cantidades exentas de tributación. En la fiscalidad de las empresas, se rebajará el tipo del 35% al 30% para las grandes empresas en dos años. Para las pymes bajará al 25% en enero de 2007. La aceleración del proceso, que en un principio se iba a aplicar en cinco años, ha sido una exigencia de CiU para prestar su apoyo.

Una de las novedades aprobadas ayer consiste en declarar exentas de impuestos las ayudas que recibieron los afectados por el derrumbamiento en el túnel del barrio barcelonés del Carmel y por los terremotos de Lorca (Murcia).

Francisco Utrera, del PP, criticó que el PSOE haya consagrado una tributación para las rentas del trabajo y otra más baja para el capital. "Los iguales no van a ser tratados como iguales", sentenció.