El Poblenou acogerá un museo sobre la historia industrial de Barcelona
La antigua fábrica textil de Can Saladrigas se transformará en un equipamiento municipal
El barrio del Poblenou tendrá un museo en el que se dará a conocer el pasado industrial de Barcelona. El centro, de más de 3.000 metros cuadrados, estará ubicado en un lugar significativo: la fábrica de Can Saladrigas, en pleno corazón del barrio. Esta antigua factoría textil se convertirá, en palabras del alcalde de Barcelona, Joan Clos, en una "fábrica de cultura". Can Saladrigas albergará, además, una biblioteca pública y un centro de imaginería popular.
Según las previsiones del consistorio, el museo abrirá sus puertas a finales de 2008. El centro pretende ser referente cultural de la industrialización y formará parte de la red de centros del Museo de Historia de la Ciudad de Barcelona. Ocupará dos plantas del inmenso recinto de 8.000 metros cuadrados que es Can Saladrigas: una para la exposición permanente y otra para exposiciones temporales, talleres y la sala de audiovisuales.
El museo contará también con un auditorio y un centro de documentación, aunque los técnicos aún están ultimando el diseño de los contenidos. "No será un centro erudito; nos interesa sobre todo que esté integrado en el barrio", dijo Clos en la presentación del proyecto definitivo para la antigua fábrica de Can Saladrigas, uno de los 114 elementos protegidos por el Plan Especial de Patrimonio Industrial del Poblenou.
Con un presupuesto cercano a 10 millones de euros, el proyecto prevé una transformación radical de este edificio, que data de finales del siglo XIX y tiene cuatro plantas. En la planta baja se instalará un centro de imaginería festiva. Allí, las dos colles del distrito de Sant Martí realizarán talleres artesanales para enseñar, por ejemplo, cómo se fabrica un gegant típico de las fiestas populares. Desde 2004 está en funcionamiento un casal para ancianos, también en la planta baja.
Una biblioteca popular de casi 2.000 metros cuadrados, con espacios para trabajar en grupo, ocupará la primera planta. "Es un equipamiento que interesa cada vez más porque lo utiliza mucha gente", destacó Clos, que apremió al concejal de Sant Martí, el también socialista Francesc Narváez, para que la biblioteca y el centro de imaginería puedan utilizarse a partir de la primavera de 2007, cuando los políticos de Barcelona estarán inmersos en la campaña para las elecciones municipales. Las obras empiezan este mes y en ellas trabajan 56 jóvenes en paro, a través de una escuela taller de Barcelona Activa.
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