500 españoles han sido detenidos en año y medio por distribuir porno infantil en la Red
La policía arrestó ayer a 21 sospechosos en una operación que abarcó 12 provincias
La Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional saldó ayer la Operación Nelia contra la distribución de pornografía infantil en Internet con 21 detenidos en 12 provincias españolas: Madrid, Barcelona, Tarragona, Valencia, Alicante, Murcia, Cádiz, Málaga, Albacete, Oviedo, Gijón y Tenerife. Los arrestados, 20 de nacionalidad española y un italiano, están acusados de descargarse un vídeo pornográfico protagonizado por una niña de 11 años, aún no identificada. Más de 500 españoles han sido detenidos por este tipo de delito desde 2005; 150 en lo que va de año.
Un profesor, un electricista, un ciclista, un empresario, la dependienta de una tienda, un hombre en paro, tres menores... Como es habitual en este tipo de operaciones, los detenidos abarcan un amplio abanico económico y social. "El perfil es siempre muy variado. Son gente normal y corriente, que suele empezar por la pornografía de adultos y por curiosidad, porque el coleccionismo intenta buscar la rareza, acaban buscando imágenes con menores. La familia nunca sabe nada y se lleva una gran sorpresa, claro", explica Enrique Rodríguez, jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía.
Tres chavales, de edades comprendidas entre los 16 y los 17 años, residentes en Alicante, Valencia y Arona (Tenerife), figuran en la lista de detenidos de la Operación Nelia. "Antes nunca deteníamos menores, pero desde hace un año y medio, siempre tiende a haber uno o dos, en la lista. Lo que es raro es la presencia de mujeres. Esta vez hemos detenido a dos y en todas las operaciones que ha llevado a cabo esta brigada, apenas habíamos arrestado a cuatro", explica.
En lo que va de año, su equipo ha detenido alrededor de 100 personas por distribución de pornografía infantil a través de Internet y el Grupo de Delitos Telemáticos (Guardia Civil), que también persigue este tipo de delitos, a más de 50. La mayoría no irá a la cárcel. "Casi nunca tienen antecedentes. Es la primera vez que les detienen, se llevan un susto y por lo general, lo dejan", asegura Rodríguez.
Uno de los detenidos en Barcelona en la Operación Nelia, había sido arrestado en abril por un delito similar y otros dos han reconocido haber borrado recientemente archivos de imagen y vídeo con pornografía infantil debido a la presión que la policía está ejerciendo sobre este tipo de delitos. Cerca de 100 agentes, "lo normal en este tipo de operaciones", según Martínez, han participado en Nelia. La Brigada de Investigación Tecnológica bautizó así el operativo porque la protagonista del vídeo pornográfico que ha desencadenado las detenciones es una niña, "de unos once años" que todavía no ha sido identificada y que desnuda, realiza de forma "clara" e "inequívoca" actos sexuales ante la cámara durante 10 minutos. Una vez detectado el vídeo, los agentes empezaron a rastrear en las redes de intercambio de archivos, como IRC o P2P, quien se lo había descargado en su ordenador.
Material intervenido
En algunas de sus casas la policía intervino además todo tipo de material informático entre el que se encontraba almacenado miles de archivos de contenido pornográfico infantil. La tenencia, como la distribución, de material de pornografía infantil también es delito. Los detenidos no buscaban el lucro, sino que se bajaron archivos de la red y luego los pusieron en circulación.
Las operaciones contra la distribución de pornografía infantil en Internet suelen ser largas y complejas, con una duración media de seis meses. "No sólo utilizan nicks [apodos] para ocultar su identidad, también encriptan los archivos y les ponen nombres para que sean difíciles de localizar. Éste último tenía uno dificilísimo. Son palabras que se inventan, que no significan nada, pero que ellos entienden perfectamente. Es como una jerga", afirma Martínez.
A través de la distribución, esas palabras sin sentido acaban convirtiéndose en una especie de diccionario del pedófilo. Las páginas de pornografía infantil están prohibidas de forma que el único modo de los consumidores de este tipo de material tienen de llegar a él es localizar uno de estos neologismos en un archivo en la red. "Buscan uno de estos nombres. Localizan a alguien. Se conocen, se confiesan sus aficiones y comienzan a ofrecerse e intercambiarse material. Naturalmente, como la red es global, esos nombres y esos archivos acaban saltando al extranjero tarde o temprano".
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