Zapatero rechaza la petición del PP de que no haya más regularizaciones

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó ayer formalmente en el pleno del Congreso la propuesta que le hizo el líder de la oposición, Mariano Rajoy, de que prometiera que en España no habrá más regularizaciones masivas de inmigrantes 'sin papeles'. "El mensaje es que en España sólo se puede entrar con permiso de trabajo. Todo lo demás puede resultar improcedente", respondió Zapatero.

Rajoy acusa al jefe del Gobierno de actuar a "salto de mata" frente a la llegada de 'sin papeles'

Este intercambio se produjo durante un debate sobre el Consejo Europeo del pasado 15 de junio, en el que la inmigración fue el tema más destacado para los intereses españoles. La polémica se centró inmediatamente en él, convirtiendo la sesión en un nuevo debate sobre el tema que más preocupa en estos momentos a los españoles.

Muchos de los argumentos resultaron reiterativos. Como en el debate sobre el estado de la nación, Rajoy volvió a presentar un panorama positivo hasta la llegada del Gobierno del PSOE. Aseguró que la inmigración es una "prioridad fundamental" de la Unión Europea desde la cumbre de Sevilla de 2002. Recordó que la Agencia Europea de Control de Fronteras Exteriores (Frontex) se creó en 2003 y denunció que Zapatero se había separado de la política europea con la regularización masiva de inmigrantes a partir de 2004, para volver a clamar luego por la ayuda europea tras los saltos a la verja en Ceuta y Melilla.

"Aquí se gobierna a salto de mata", sentenció Rajoy, que recomendó con ironía: "Esta debería ser una de las preocupaciones más importantes que usted debería tener, y no otras a las que se ha dedicado".

También como en el debate sobre el estado de la nación, Zapatero exhibió los registros de inmigrantes ilegales en los años en que Rajoy fue ministro del Interior, para demostrar que habían pasado de 3.000 en 2001, a 19.000 en 2003, y descendido luego paulatinamente hasta los 13.000 actuales bajo la gestión del PSOE. Rajoy replicó que la diferencia radica en que "la inmensa mayoría" de los que llegaron durante su mandato eran marroquíes y podían ser devueltos al amparo del convenio de repatriación vigente. Los actuales, añadió, son subsaharianos y no pueden ser devueltos. "Jamás había llegado a Tenerife ni un inmigrante ilegal hasta hace pocos meses", aseguró, por subrayar un retroceso.

El presidente le respondió que en 2002 llegaron a Fuerteventura más de 2.000 sin papeles frente a unas decenas a Tenerife, de modo que lo único que demuestran las cifras es que el tráfico se ha desviado hacia la isla mayor a medida que el punto de partida de los flujos se ha desplazado hacia el sur. Zapatero afirmó, además, que el número de repatriaciones se sitúa desde comienzos de la década en torno a las 90.000 anuales, sin variaciones.

"Es absurdo hablar de efecto llamada, cuando otros países europeos, como Italia, están preparando regularizaciones masivas porque es un fraude de ley tener en la ilegalidad a una masa de trabajadores", añadió.

El presidente reiteró que el Consejo Europeo había representado "un salto cualitativo" en la política europea de inmigración. Sostuvo que la financiación comunitaria de esta política ha crecido un 117% en los últimos presupuestos y destacó que, por primera vez, funcionarios y medios técnicos europeos ayudarán a España a resolver la emergencia de Canarias. Confirmó, por otro lado, que viajará al archipiélago en cuanto pueda.

Rajoy dijo que el Consejo de junio "no ha aportado novedad alguna sobre los anteriores acuerdos" y culpó al Gobierno de que los 6.000 millones de euros que pedía la Comisión Europea para este capítulo quedaran reducidos por la negociación en un 40%.