La juguetera Lego despide al 20% de la plantilla para frenar las pérdidas
La compañía danesa Lego, fabricante del popular juego de construcción para niños, anunció ayer que despedirá a 1.200 trabajadores en Dinamarca y Estados Unidos -el 20% de su plantilla- y subcontratará la mayor parte de su producción a la empresa Flextronics en un plazo de tres años como consecuencia de la crisis que arrastra desde hace años. Ha perdido 225 millones de euros entre 2001 y 2005.
Lego cesará la mayor parte de su actividad fabril en la ciudad danesa de Billund, que sólo mantendrá los productos tecnológicamente más avanzados, y la trasladará a la planta de Flextronics en la República Checa, lo que dejará sin trabajo a 900 personas. El ajuste también supone el cierre de la fábrica de Connecticut, en Estados Unidos, con 300 trabajadores, que traspasará la producción a México.
El drama de Lego, nacida en 1932, es el de todo fabricante de juguetes tradicionales, que han perdido la batalla frente al furor que viodeoconsolas y MP3 causan entre los más jóvenes. En España, por ejemplo, los juegos de construcciones no representaron más del 4% del mercado juguetero en 2004, según datos del Panel del Consumidor de la empresa de estudios de mercado NPD.
"Este es el último paso de envergadura en el proceso de reestructuración que el grupo inició en 2004", señaló ayer el presidente ejecutivo de Lego, Jorgen Vig Knudstorp en un comunicado. La compañía ha movido otras piezas para salir de la crisis y ha formado sus primeros acuerdos para comercializar videojuegos.
El ajuste no afecta a España, donde Lego cuenta con una filial comercial en la que trabaja una veintena de personas y que gestionan las ventas de Portugal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.