El gobernador del Banco de Japón, implicado en inversiones dudosas

El gobernador del Banco de Japón, Toshihiko Fukui, se disculpó el martes públicamente por haber invertido en un fondo bursátil gestionado supuestamente de forma ilegal en el que duplicó en siete años los 10 millones de yenes (87.000 dólares) que había invertido. Fukui, en su actual cargo desde marzo de 2003, aseveró que, frente a las exigencias de algunos parlamentarios, no va a dimitir, y que la entidad financiera no sufrirá por este asunto, y avanzó que ha creado una comisión que vigile las inversiones de sus funcionarios.

El gobernador invirtió el dinero en el fondo MAC Gestión de Activos, llamado Fondo Murakami, en la depresión de 1999, cuando era presidente del Instituto de Investigación Fujitsu.

El tiburón financiero Yoshiaki Murakami, el más poderoso e influyente gestor bursátil japonés, fue arrestado el 5 de junio por sospechas de uso ilegal de información privilegiada.

Se trata, según algunos analistas, de una nueva mordaza, la segunda en cinco meses, al desafío que han encarnado tanto él como Takafumi Horie, acusado de difusión de datos falsos contra su grupo empresarial Livedoor y de manipular sus cuentas, contra la forma habitual de hacer negocios en Japón, defendida por la vieja guardia empresarial.

El arresto de Murakami, presidente del fondo, podría llevar a que otros inversores renuncien a OPA hostiles, como las lanzadas por él y Horie, y a buscar el beneficio de los accionistas, en vez de privilegiar los intereses de las firmas y sus empleados, según expertos.

"Los directivos tienen que maximizar el valor de sus empresas para beneficio de sus accionistas", afirma Keiichi Omura, profesor de la reconocida Universidad de Waseda en Tokio, y para el que "el fallo que Murakami cometió no debe borrar todos sus triunfos".

Capitalismo libre

Los casos de ambos iconos de un tipo de empresarios que luchan por un capitalismo más libre, que ha comenzado a echar raíces desde el comienzo de la reciente recuperación económica que ha puesto fin a 10 años de recesión en Japón, "demuestran que el mercado de capitales japonés se ha expandido con serias distorsiones", escribió la agencia de noticias Kyodo.

"Tenemos que hacer un sistema bursátil que sea justo y fiable", señaló el primer ministro nipón, Junichiro Koizumi, el día del arresto de Murakami, noticia sobre la que el primer diario financiero japonés, el Nihon Keizai, destacó en un comentario en primera página que "ambos casos demuestran la necesidad de disciplina, es decir, de reglas y de un sistema que controle a los participantes en la Bolsa, que ha surgido como resultado de los avances hacia un mercado libre".

Los inconformistas Murakami y Horie están vinculados financieramente porque el primero habría usado información privilegiada cuando un fondo que él dirigía adquirió entre noviembre de 2004 y enero de 2005 un total de 1.935 acciones de la emisora Nipón Broadcasting System (NBS) sabiendo que Livedoor se disponía a efectuar una oferta de compra de la radio.