Las escuelas concertadas recibirán 600 euros por cada inmigrante pobre que acojan

La Generalitat dará 600 euros al año a los centros concertados por cada alumno discapacitado o con pocos recursos -la mayoría inmigrantes- que escolaricen en infantil, primaria y educación especial, y 300 euros por cada estudiante de secundaria. El Departamento de Educación ultima una orden para que los concertados que lo deseen se acojan a estas ayudas. El objetivo es que estos centros aumenten la escolarizacion de inmigrantes, que ahora están mayoritariamente en centros públicos. Con esta medida, 9.500 alumnos, en su gran mayoría inmigrantes podrán ir, si lo desan, a centros concertados.

La Generalitat calcula que 9.500 alumnos se beneficiarán el curso próximo de la ayuda

Las ayudas que ultima la Generalitat le supondrán un desembolso de cinco millones de euros el curso que viene, según cálculos del Departamento de Educación. La Administración se inclina por otorgar la subvención por escolarizar inmigrantes a la oferta, es decir, a los centros, y no a la demanda, representada por las familias, como plantean algunas entidades que defienden que éstas reciban el llamado cheque escolar para que lo utilicen en el centro que deseen.

Debido a las cuotas que cobran los centros concertados, las familias con bajos recursos, muchas de ellas inmigrantes, no pueden acudir ahora a estos centros. La principal de estas cuotas es la que satisfacen por la sexta hora de clase diaria en la primaria, que cuesta alrededor de 60 euros al mes.

La orden que prepara Educación dará la posibilidad a los colegios que lo deseen de acogerse a las ayudas. Estos colegios deben estar concertados. A partir de ahora, los centros que acojan hijos de familias con pocos recursos no podrán cobrar esta cuota al alumno. La Generalitat determinará cuál es el máximo de ingresos familiares para acogerse a esta ayuda.

Los concertados, a través de sus patronales representativas, siempre han dicho que el dinero que reciben por el concierto -pago de sueldo de profesores y gastos generales- no es suficiente para escolarizar a un número importante de alumnos con bajos recursos que no pueden pagar las cuotas porque se pondría en peligro la rentabilidad del centro.

Las partidas para escolarizar inmigrantes se derivan del Pacto por la Educación, aprobado en marzo. La Generalitat prevé gastar 91,4 millones de euros en seis años para que estos centros se conviertan en gratuitos, bien a través de ayudas directas por cada alumno con bajos recursos que escolaricen, bien a través de contratos que les obligarían a dejar de cobrar cuotas.

"La distribución de alumnos entre colegios públicos y concertados es un asunto importantísimo, una de las partes más importantes del pacto. Llegaremos adonde sea necesario", afirma el secretario de Educación, Francesc Colomé.

Otra vía para que los concertados acepten inmigrantes serán los contratos voluntarios con los centros. Pero esta opción quedará reducida este año a unos pocos contratos, probablemente a cuatro o cinco", dice el secretario de Educación. La diferencia entre dar dinero a los centros por cada alumno con bajos recursos que escolaricen o firmar contratos con el centro es que con la primera opción el resto de los estudiantes no subvencionados siguen pagando las cuotas, mientras que en la segunda todo el centro se convierte en gratuito.

Los concertados hace años que se quejan de que la actual financiación pública no cubre el coste de la educación. La Generalitat tiene presupuestado este año 894 millones de euros para financiar los centros concertados, el 8,5% más que el curso anterior.

La baja escolarización de alumnos inmigrantes en centros concertados se ha convertido en un problema que en algunas zonas amenaza con convertir escuelas en guetos. El 82,5% de los alumnos extranjeros están en centros públicos. Los concertados apenas escolarizan al 17,5% de los extranjeros que cursan primaria, secundaria, bachiller y formación profesional, aunque tienen el 43,7% de las plazas escolares, según datos del Departamento de Educación y Universidades.

En la ciudad de Barcelona el 76,3% de los extranjeros están en centros públicos, mientras que los concertados sólo escolarizan al 23,7%, aunque disponen del 60,5% del total de plazas en la ciudad. Este desigual reparto se da en distritos populares como Sant Martí, donde los concertados tienen el 10% de los inmigrantes en sus aulas con el 41% de las plazas del distrito; en Sants-Montjuïc, con sólo el 12,4% de inmigrantes frente al 43,2% de plazas o en Sant Andreu, donde los concertados tienen el 18,3% de inmigrantes pese a disponer del 61% de las plazas.

En cambio, en poblaciones como como Vic (Osona), Guissona (Segarra) y La Seu d'Urgell (Alt Urgell) se ha conseguido un reparto equitativo de los inmigrantes entre centros concertados y públicos (véase cuadro en esta página). En estas poblaciones los ayuntamientos han llegado a pactos con los centros para lograr este reparto proporcional.