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Un jefe de la guerrilla chechena será el nuevo líder de los separatistas

El nuevo líder de los chechenos separatistas es Dokka Umárov, general de división que desde hace un año era vicepresidente de Ichkeria, nombre que los independentistas dan a su tierra. Umárov, de 42 años, a diferencia de su antecesor Abduljalim Saiduláyev -muerto el sábado durante un enfrentamiento con un grupo de élite de la policía chechena en Argún- es un comandante guerrillero muy prestigioso y popular entre los separatistas. Según el ministro de Exteriores rebelde refugiado en el Reino Unido, Ahmed Zakáyev, la Constitución de Ichkeria dispone que en caso de que el presidente muera, automáticamente asume el cargo su segundo, hasta que se puedan realizar elecciones populares.

El descubrimiento del paradero de Saiduláyev fue posible, según el primer ministro prorruso Ramzán Kadírov, gracias a que "un hombre del círculo más cercano a Saiduláyev vendió la información sobre él por 1.500 rublos (43 euros), dinero que necesitaba para comprar una dosis de droga".

La aseveración de Kadírov, sin embargo, no puede ser creída a pie juntillas, ya que los rusos y el Gobierno checheno leal a Moscú tratan siempre de desprestigiar a los guerrilleros haciéndolos pasar por drogadictos. En prácticamente toda operación contra los extremistas, las fuerzas especiales aseguran encontrar jeringuillas y en los cadáveres, huellas de inyecciones que indican que son heroinómanos. No han sido excepción los comandos terroristas que tomaron el teatro Dubrovka en Moscú en 2002 y la Escuela Número Uno de Beslán en 2004.

Fuerzas especiales

Naturalmente, nadie ha visto ni ha nombrado al supuesto lugarteniente traidor de Saiduláyev. En cuanto a Kadírov, éste no debe su fama a su amor a la verdad, sino a las temibles fuerzas especiales que controla, las que, según organizaciones de defensa de derechos humanos, utilizan los secuestros y las torturas contra los parientes de los separatistas o los sospechosos de simpatizar con los guerrilleros.

Sea como fuere, los analistas rusos opinan que la muerte de Saiduláyev hará aumentar aún más la influencia de Kadírov, que ya es el hombre fuerte de Chechenia, con más poder real que el presidente Alú Aljánov. Kadírov prometió acabar también con Umárov y Shamil Basáyev, el comandante más famoso y sanguinario de la guerrilla separatista. Mientras tanto, la operación para capturar a dos guerrilleros que estaban con Saiduláyev y que lograron huir no ha dado resultado de momento.

El nuevo presidente separatista terminó la primera guerra chechena con el grado de general de brigada y en 1997 fue nombrado secretario del consejo de seguridad. Con el fin de obtener información sobre su paradero, los servicios secretos chechenos leales a Moscú secuestraron el año pasado a su padre, de 70 años, su esposa y su bebé de seis meses; antes habían secuestrado a dos hermanos de Umárov y más tarde, a su hermana, según la organización de derechos humanos Memorial.

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