Guipúzcoa dispondrá finalmente de una sola incineradora de basuras

Guipúzcoa acabará teniendo una sola incineradora para toda la provincia si finalmente los ayuntamientos del Txingudi (Irún y Hondarribia) deciden renunciar a la planta que proyectaban y se suman a la propuesta de ubicar la común en Landarbaso (San Sebastián). La Diputación, que en 2003 defendió la existencia de una única planta, considera razonable esta solución, y no pondrá pegas al emplazamiento donostiarra si cumple todos los requisitos.

El debate sobre la incineradora de Guipúzcoa ha dado un vuelco drástico en apenas tres días. En este lapso de tiempo se han retrocedido casi tres años. Hay que remontarse a octubre de 2003, fecha en la que el diputado general, Joxe Joan González de Txabarri, abogó por construir solamente una incineradora para toda la provincia. Fue durante su primera declaración de política general en las Juntas Generales, tras tomar posesión de su cargo. En aquella oportunidad, invitó a la Mancomunidad de Txingudi (Irún y Hondarribia) a abandonar su proyecto de planta transfronteriza. Aquella batalla la ganaron los dos ayuntamientos, que optaron por construir su propia instalación en la zona de Gaintxurizketa.

Desde entonces, mientras el proyecto de Txingudi ha seguido adelante con su tramitación, la elección de una ubicación para la principal incineradora de la provincia ha estado sometida a constantes vaivenes y generado continuos enfrentamientos entre los responsables de la Diputación y del Ayuntamiento donostiarra. Sin embargo, la propuesta lanzada esta semana por el alcalde, Odón Elorza, de construir la polémica planta en unos terrenos de Landarbaso ha logrado recuperar el debate planteado por Txabarri hace tres años.

Tras verificar el amplio grado de consenso político e institucional que ha suscitado esta propuesta, Irún y Hondarribia han decidido abrir una reflexión en el seno de la mancomunidad de Txingudi sobre la conveniencia de paralizar su incineradora. El alcalde irunés, el socialista José Antonio Santano, afirmó ayer que, después de "tres años de inestabilidad", se abre una "hipótesis" para instalar una incineradora en "una zona muy próxima del lugar elegido por Txingudi" para su planta.

A la espera

De construirse ambas, estarían a seis kilómetros de distancia una de otra. Esto podría hacer variar la posición que han mantenido los consistorios fronterizos, "siempre que cristalice" la opción de Landarbaso, que tiene que ser ratificada por el pleno de San Sebastián y aceptada por el resto de mancomunidades.

La planta de Txingudi, donde también tenía previsto depositar sus basuras la vecina ciudad francesa de Hendaya, está a la espera de recibir la declaración de impacto ambiental. Santano garantizó que no van a adoptar "ninguna medida administrativa irreversible" hasta tener la seguridad plena de que la incineradora de San Sebastián sale adelante.

La Diputación, por su parte, se felicitó por la posibilidad de que Txingudi paralice su proyecto, porque así daría la razón al gobierno foral, que desde el inicio de esta legislatura se ha mostrado partidario de contar "una única infraestructura para todo el territorio", indicó el diputado para la Sostenibilidad, Luis Mari Oyarbide. Sobre la propuesta de Elorza de instalar la planta en la parcela de Igoin Azpi (Landarbaso), Oyarbide dijo que la institución foral no pondrá "ninguna objeción" si cumple los requisitos "ambientales, funcionales y de viabilidad". El diputado también expresó su deseo de que este año esté constituido el consorcio que gestionará la incineradora provincial y confirmó que existen "contactos informales" con Vizcaya y Álava para trasladar a estas provincias parte de las basuras de Guipúzcoa cuando se agote la capacidad de sus vertederos y hasta que entre en funcionamiento la infraestructura.