Senegal y el pescado que comemos
Una de las razones que empujan a los senegaleses a emigrar, según las entrevistas publicadas estos días, es la escasez de capturas en la pesca y la carestía de las licencias de pesca en Senegal, ahora que han entrado flotas extranjeras a pescar en sus aguas.
Algunas empresas españolas forman parte del grupo que se ha repartido el botín de la pesca al por mayor en aguas senegalesas, a cambio de ayuda al desarrollo.
Después de arrasar el Mediterráneo, el Cantábrico, y la parte atlántica española, ahí están nuestras empresas para devorar también el oeste africano, sin pensar en las consecuencias humanas que pueda traer esa sobreexplotación.
Por muy importante que sea nuestra flota de pesca y sus familias, no podemos vivir ciegos al impacto que tienen nuestras actividades económicas. En este caso, estamos privando a un país de uno de sus sustentos alimenticios principales, el pescado, y aumentando los problemas de paro, pobreza y emigración, según ellos mismos cuentan. Es para pensárselo. Espero que tomen nota los promotores del comercio exterior.