El BBVA anuncia que sus participaciones están en venta, incluida la de Telefónica
La entidad reconoce que "no ha pagado un precio barato" por los dos bancos comprados de Tejas
Total concentración en el negocio financiero. Ésta es la estrategia del BBVA, que ayer reconoció por primera vez que "todas las participaciones industriales están en venta", según Manuel González Cid, director financiero de la entidad. En su opinión, Telefónica es un socio industrial, pero también es "una reserva de capital". El BBVA no cree que tenga sentido destinar recursos a las empresas, "sino al negocio financiero", dice González Cid. La entidad reconoció que "no se ha pagado un precio barato" por los dos bancos tejanos, por los que abonará 2.092 millones.
En abril 2006, el BBVA se convirtió en el primer accionista de referencia de Telefónica, superando de nuevo a La Caixa. La entidad bancaria aumentó su participación en un 1%, pasando a controlar el 6,63% de la operadora, según declaró a la comisión de valores de Estados Unidos (SEC).
Hasta ahora el segundo banco español había resaltado la alianza que existe entre Telefónica y el BBVA, que incluye la subcontratación de los centros de llamadas (call center) del banco, entre otros. Incluso llegó a tener un acuerdo global de 14 puntos de desarrollo conjunto de negocio. Por eso, el banco había transmitido que la participación en Telefónica, del 5,4% del capital, se ha considerado al margen de posibles ventas. Incluso, hay cruces en el Consejo de Administración. El BBVA tiene un vicepresidente y un consejero en la operadora y ésta uno en el banco.
El lunes el BBVA dijo que había vendido el 5% que poseía en Repsol para financiar la compra del Texas Regional y el State National, ambos de Tejas, por los que lanzará una oferta pública de compra de acciones (OPA) por el 100% del capital valorada en 2.092 millones.
Preguntado por qué se ha vendido Repsol y no Iberdrola o Telefónica, Manuel González Cid, director financiero del BBVA, aludió a la presencia del banco en los consejos de las dos últimas. No obstante, aclaró que "el banco no tiene vocación de accionista industrial" y que tras las últimas normas internacionales de contabilidad (NIC) y de capital (Basilea II), "ya no tiene sentido mantener participaciones industriales. Nuestra cartera es una reserva de capital para atender las necesidades financieras", concluyó. También dijo que cualquier posible salida del capital "se hará advirtiéndolo y sin perjudicar a la empresa". Repsol cayó ayer un 3,23% frente al 2,12% del Ibex 35. Al pedírsele aclaraciones por Telefónica, la respuesta fue que "existe una alianza importante, pero todas las participaciones son reserva de capital" y destacó que en los dos últimos años el banco ha empleado más de 6.600 millones de euros en compras financieras.
González Cid reconoció que "no se han pagado un precio barato" por Texas Regional y State National, argumento con el que coinciden los analistas, ya que la cotización del Texas se ha multiplicado por seis en los últimos tres años. El BBVA ha pagado 22,5 veces los beneficios de las entidades.
No obstante, González Cid afirmó que los beneficios de los bancos tejanos tendrán un impacto positivo sobre su beneficio por acción desde 2007, el primer año de efectivo de su integración.
Tras la fusión, el banco que preside Francisco González contará con 166 oficinas en la región y unos 3.000 empleados. La entidad no descarta reducción de plantilla, aunque no muy significativa. Los planes de apertura de oficinas, que hablaban de hasta 200 sucursales, se han congelado "porque ahora el trabajo es la integración aunque, en principio, se mantendrán las marcas comerciales".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.