20 años de memoria y porvenir

El 12 de junio de 1986 se inició el proceso de recuperación del espíritu de la Residencia de Estudiantes, con la restitución de su nombre y de las actividades y objetivos para las que fue creada en 1910 bajo la dirección de Alberto Jiménez Fraud. El estallido de la Guerra Civil supuso el final de la primera etapa de su historia, a lo que siguieron unos años, los vividos bajo la dictadura franquista, en los que la institución pasó por diferentes vicisitudes. Ayer, 20 años después, la Residencia de Estudiantes, heredera del espíritu reformista de la Institución Libre de Enseñanza y una de las instituciones más vivas y fructíferas de la difusión científica y cultural, celebró esta segunda etapa de su trayectoria con un gran acto al que asistió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la ministra de Educación y Ciencia, Mercedes Cabrera.

Dos ejes han guiado estos últimos 20 años de historia: la recuperación de la memoria de la llamada Edad de Plata (1868-1936), y la atención a todos los movimientos del porvenir de la cultura y sus diferentes tendencias, según resaltaron ayer los dos directores con los que ha contado la institución en esta etapa: José Luis García Velasco y Alicia Gómez-Navarro.

Como explicó el catedrático de Granada e investigador y colaborador de la institución, Andrés Soria, la Residencia de Estudiantes no es "sólo un lugar de la memoria". "Es un archivo que no es un archivo y un museo que no es un museo", explicó Soria. Para el británico James Valender, profesor en México, la Residencia de Estudiantes "es única en el mundo, abierta a la poesía y a otras disciplinas".

Han sido la ciencia, la poesía, la música, la literatura, entre otras actividades creativas, el motor de estos 20 años de la Residencia, con exposiciones, ediciones y conferencias. Los becarios y los 4.000 profesores, investigadores y artistas que, procedentes de todo el mundo, acoge cada año la institución, han conseguido que ese espacio madrileño mágico y sosegado, entre árboles centenarios, se convierta en uno de los lugares más originales y vivos del panorama cultural español.

García Velasco y Gómez-Navarro han tenido siempre presente en estos años la recuperación de lo que ellos llaman "sobria elegancia original", recordando el espíritu de sus creadores originales. Y ahí están las palabras en 1960 de Alberto Jiménez Fraud, en el exilio desde 1936, que ellos han seguido alimentando: "Volvamos a caminar hacia nuestra buena tradición de respeto a la ley y de goce de libertad".