El Estatuto refuerza la acción exterior
La Generalitat podrá intervenir en la política de relación con la Unión Europea en las cuestiones que afecten a Cataluña
El nuevo Estatuto, de salir aprobado, legitimará y reforzará aún más la actuación del Gobierno de la Generalitat en el exterior. La inclusión de 17 artículos en el nuevo texto legal llena el vacío del Estatuto de 1979, en el que no había referencias a la acción exterior del Gobierno autónomo, de acuerdo con la política tradicional, que consideraba las relaciones exteriores coto de la Administración central.
El nuevo Estatuto garantiza la intervención del Gobierno de la Generalitat en tres frentes; en primer lugar, y más importante, en la política de la Unión Europea, en aquellos asuntos que afectan a Cataluña y en coordinación con el Estado. En segundo lugar, en las instituciones cívicas y sociales internacionales en las que el Gobierno autónomo tenga un interés especial, entre la que destaca la Unesco. Pero además le da la posibilidad de intervenir en asuntos vinculados a la inmigración, estableciendo cuotas de personas que se trasladen a Cataluña para trabajar.
Esta triple actividad supone la culminación de un proceso de proyección exterior que en muchos casos de manera ambigua, en otros solapada, ha venido impulsando la Generalitat desde su restauración. El presidente Jordi Pujol empezó, desde su llegada al Palau de la Generalitat, a promover acciones en el exterior, provocando en muchos casos colisiones con el Gobierno central. Los resultados de esta acción llegaron a ser tan importantes que en el año 2003 se creó la Secretaría de Relaciones Internacionales, un verdadero "cajón de sastre" desde donde se tutelaban las acciones emprendidas en el exterior por otros departamentos.
Este departamento, actualmente encabezado por Margarita Obiols, tiene la categoría de secretaría y depende directamente de Presidencia. Al mismo nivel se encuentra el Departamento de Cooperación Exterior, liderado por el consejero Joaquim Nadal.
La red de la Generalitat en el exterior es una trama compleja. En la actualidad mantiene abiertas tres importantes representaciones; Bruselas, París y Perpiñán, tras haber cerrado las representaciones de Casablanca y Roma. En esta red hay que incluir las 38 oficinas del Consorcio de Promoción Cultural de Cataluña (COPCA), las cinco sedes del Instituto de Industrias Culturales y los tres Centros de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDEM) en Madrid, Nueva York y Tokio. La trama se ha visto reforzada en los últimos meses con la inclusión de 11 oficinas de Turismo,y las sedes del Servicio de Intervención Laboral en Origen, una experiencia piloto que aún no ha sido oficialmente inaugurada y que está a punto de abrir sus puertas en Tánger y Varsovia.
La Generalitat, con el nuevo Estatuto, reforzará su presencia e intervención en las comunidades en el exterior, cohesionadas en torno a los casals. La red de Casals está configurada por 114 centros repartidos por los cinco continentes, muchos de los cuales están en situación de bancarrota y sobreviven gracias a las subvenciones que se envían desde Barcelona.
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