Aclaración

Le ruego que me dé la oportunidad de puntualizar algunos datos contenidos en el editorial publicado en su periódico de 5 de junio en relación con las medidas de conservación y gestión adoptadas en España y en la Comunidad Europea para las distintas pesquerías, y muy concretamente la de la anchoa.

Permítame indicarle en primer lugar, en relación con el proceso de toma de decisiones que podría llevar este año al cierre nuevamente de la pesquería de la anchoa en el golfo de Vizcaya, que la decisión le corresponde en exclusiva a la Comisión Europea y que esta decisión deberá basarse únicamente en los estudios científicos aportados. Esto no impide que esta Secretaría haya pedido oficialmente, a través de una carta dirigida el pasado jueves 1 de junio al director general de Pesca de la Comisión Europea, la aplicación del procedimiento de urgencia que permite el cierre de la pesquería de la anchoa, ya que ésta se encuentra por debajo del límite de seguridad establecido de 28.000 tm. Tal y como figura en el informe preliminar, elaborado a partir de la campaña del buque de investigación pesquera de este Ministerio Vizconde de Eza y del Instituto Científico AZTI, se desprende la existencia en el golfo de Vizcaya de una biomasa estimada de 20.300 tm, cifra claramente inferior a las 28.000 tm de biomasa límite antes mencionadas.

En relación con la decisión adoptada en el Consejo de Ministros de diciembre de 2005, que supuso la reapertura de la pesquería en un máximo de 5.000 tm, debo señalarle que fue el resultado de una solicitud francesa, y que España solicitó que el total admisible de capturas para esta especie (TAC) debía de ser el más bajo posible.

Le puedo asegurar, señor director, que España es el principal impulsor de la Reglamentación Comunitaria que desarrolla estos planes, y que también es uno de los países más comprometidos con los objetivos y obligaciones asumidas en la Cumbre de Johanesburgo de 2002 de Desarrollo Sostenible, y que está impulsando una pesquería responsable en todos los caladeros en los que trabaja la flota española.

Recientemente, la ministra y yo mismo hemos tenido la oportunidad de transmitir al señor comisario la profunda preocupación en España por las bajas capturas de anchoa en el Cantábrico y la insostenibilidad de la pesquería del atún rojo en el Mediterráneo, recordándole que la ministra Elena Espinosa propuso en la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (CICAA), celebrada en Sevilla en 2005, la necesidad de establecer el cierre de la pesquería que se dirige al atún rojo en el Mediterráneo entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de cada año.

Le aseguro que la Comisión Europea y España coinciden plenamente en los objetivos de nuestra política pesquera, que no son otros que los de preservar las poblaciones de especies marinas y al propio sector pesquero para generaciones futuras.