El Gobierno alemán apoyó la fusión de Ruhrgas y E.ON para asegurar el suministro de gas
El Gobierno ha encontrado en Alemania un buen argumentario para defender su postura de oposición a la entrada de la eléctrica E.ON en Endesa. El gran argumento del Gobierno alemán para autorizar en 2002 la fusión de E.ON con Ruhrgas, en contra de las autoridades de Competencia, fue la necesidad de asegurar el suministro de gas a Alemania.
La Resolución del Gobierno alemán para apoyar la fusión entre el grupo eléctrico E.ON y la compañía gasista Ruhrgas -operación a la que se opusieron las autoridades de competencia alemanas- no tiene desperdicio. En líneas generales, en el documento al que ha tenido acceso este periódico esgrime argumentos que el Gobierno español ha adelantado para cuestionar la OPA de E.ON sobre Endesa y que han sido motivo de severos análisis tanto en Alemania como en Bruselas. El eje de toda la defensa de E.ON es la necesidad de "asegurar a medio y largo plazo el suministro de gas natural a Alemania".
Así, la resolución alemana destaca que "la generación de seguridad en el suministro es una función de Estado" y que "la garantía de abastecimiento de energía [la piedra angular para aprobar la fusión] en caso de crisis se ha reconocido en las decisiones más recientes del Tribunal de Justicia Europeo (...) como motivo que justifica las restricciones en la libre circulación de capitales".
Además, el argumentario del Ejecutivo alemán parece teñido de lo que se ha venido en denominar "nacionalismo económico" y alimenta los recelos sobre las consecuencias del desembarco alemán en Endesa. Por ejemplo, explica que si "Ruhrgas fuese absorbida por un inversor extranjero en lugar de por E.ON, sobre todo los puestos de trabajo de mayor valor serían trasladados al extranjero".
En la tesis de que el sector energético debe ser "tutelado" por los gobiernos insistió ayer el presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, antes de una junta de accionistas en la que tuvo que escuchar peticiones de pasar "de la defensa al ataque". Gabarró se presentó "ilusionado" con la OPA de la gasista sobre Endesa, paralizada por dos decisiones judiciales, y auguró que la compañía "puede aguantar lo que haga falta". "Esto va a durar más, pero saldrá", dijo, en un discurso con matices nuevos: apenas cargó contra Endesa y sí contra la compañía E.ON, y se dijo "abierto a pactos, pero que respeten la ley".
Gabarró rechazaba así la condición del presidente de Endesa, Manuel Pizarro, para negociar una salida: retirar la OPA. "No lo contemplamos", dijo.
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