El librillo de Trichet

La organización del cónclave del consejo del BCE en España fue casi perfecta. Cena con autoridades, visita a la ampliación del edificio en su 150 aniversario... Faltó el casi porque, por razones que no fueron explicadas, el presidente del organismo, Jean-Claude Trichet, sacó su librillo y no dio la palabra a casi ningún periodista español de los que no cubren habitualmente la información del BCE en Francfort. Los que acudieron al evento motivados por el hecho de celebrarse la reunión en Madrid se quedaron con las ganas de saber la opinión de la máxima autoridad monetaria europea sobre el efecto de la subida de tipos en las hipotecas en España; o sobre la proliferación de billetes de 500 euros en este país hasta suponer más de la cuarta parte de los que circulan en la zona euro; o sobre la inflación española y las medidas adoptadas en materia económica y fiscal por el Gobierno español; o, incluso, sobre el anuncio del fichaje de Caruana por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Una mala práctica de fácil solución.