Rajoy pide el 'no' para "echar a Zapatero del Gobierno"

"Vamos a dar, desde Cataluña y con vuestro no, una lección a Zapatero", dijo ayer el presidente nacional del Partido Popular, Mariano Rajoy, en una comida-mitin celebrada en un lujoso hotel de Tarragona. Con traje azul y corbata roja, lanzó ayer desde el podio del hotel Imperial Tarraco de Tarragona, un vibrante discurso dirigido a los militantes de su partido, a los que animó con coraje y sin miedos a votar no al Estatuto. Pidió el no por dos razones: la primera porque "este Estatuto no es bueno para Cataluña" y en segundo lugar porque un no supone un voto de castigo al Gobierno de Rodríguez Zapatero y a una manera muy determinada de gobernar, en la que se prima el "chalaneo" y "los derechos colectivos sobre los del individuo".

30 euros el mitin-almuerzo

"Vamos a acabar con este cúmulo de frivolidades cometidas en Cataluña, donde se nos propone un Estatuto ininteligible, malo, nefasto y anticonstitucional. No vamos a parar hasta que echemos democráticamente del Gobierno al señor Rodríguez Zapatero", exclamó Mariano Rajoy en un comedor repleto de comensales, militantes y simpatizantes del Partido Popular de Tarragona - unos 450 en total-, que habían pagado previa y religiosamente 30 euros.

En Tarragona, única capital de Cataluña donde el PP gobierna en el Ayuntamiento -aunque en coalición con CiU-, desde 1999, y donde cuenta con más de 4.000 militantes y entre 14.000 y 16.000 votantes, es desde ayer la punta de lanza de una operación que pretende a hacer descarrilar el Estatuto.

El carisma de Rajoy entre los militantes del Partido Popular en Cataluña ha llevado a los organizadores de la campaña a programar un total de seis intervenciones del dirigente popular, en vez de las cuatro preparadas en un principio. El presidente del partido volverá a Cataluña el día 9 para participar en las jornadas económicas de Rialp (Pallars Sobirà). En Lleida, cerrará la campaña el día 15. En Barcelona, Rajoy presidirá otras cuatro reuniones; la más importante, un congreso de la comunidad gallega en Cataluña.

"Mariano, Mariano...", repetía a gritos y en vano una de las comensales del almuerzo-mitin de ayer intentando despedirse del líder del PP. Rajoy, sin apercibirse de las voces de la dama, continuó avanzando hacia la puerta del salón comedor, entre abrazos, saludos y los flashes de las cámaras de bolsillo, de un auditorio enfervorizado. Fue el punto final de una actuación que encantó a sus seguidores y que logró eclipsar a Josep Piqué, convertido en modesto telonero.